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DOMINGO DIEZ Y OCHO

que conocia lo mas oculto de sus corazones,

y

que pene–

traba sus mas secretos pensamientos; lo cual

no

conviene

sino

á

Dios.

Cum vidisset Jesus ccgitationes eorum:

Jesus , que sin

necesitat' de señal al¡:}una conocia el interior del hom–

bre, hizo presente en esta ocas!.on que

Ho

babia cosa

oculta para él.

i

Por qué, les dixo, hace is esos malos

juicios dentro de vosorros mismos? Qué,

¿es

mas fácil

decir, Tus pecados se te han perdonado; ó decir,

Le–

vántate

y

anda~

Como si dixera el Salvador: vos–

otros convenis en que: nadie puede perdonar los pecados

sino solo Dios :

y

si

yo-

os

demu~stro

visiblemente que

tengo este poder

i

me mirareis como

á

un puro hom–

bre~

Pues yo tengo este poder;

y

me es tan fácil per–

donar los pecados, como el dar ahora mismo la salud

á este hombre tullido de todos sus miembros,

y

hacer–

le andar. Dios no puede hacer un milagro para autori–

zar una blasfemia, ni para confinnar el error

y

la im–

piedad. Si yo, pues, curo

á

vuestra vista

á

este paralí–

tico, pruebo con este milagro que tengo el poder de

perdonar los pecados ,

y

que no me es mas dificil el

perdonarlos, que el dar

á

este hombre impedido el uso

de sus miembros; y así para -que os convenzais palpa–

blemente de que yo tengo poder para perdonar los pe–

cados, y que la prueba de este poder invisible es el

poder visible que tengo para curar toda especie de en–

fermedades:

Ut autem sciatis,

quia filius

hominis habet

potestatem in terra dimittendi peccata,

dixo al paralíti–

co: Levántate;

y

para hacer ver que estás enteramente

curado, llévate tú mismo tu cama ,

y

vete

á

tu casa.

A estas palabras del Todopoderoso se levantó el para–

lítico, toma

á

cuestas él solo su cama á vista de todo

el consurso ,

y

pasando por medio de la multitud, se

va á su casa saltando de gozo. Pocas pruebas de su di–

vinidad dió Jesus en todo el curso de su vida mortal

mas claras y mas estupendas que la curacion de este

paralítico;

y

es menester ser mas que ciego para no

rendirse

á

éllas. Nótese que el milagro visible que hace

Jesus curando repentinamente

á

aquel paralítico, le hace

solamente para probar el poder invisible que tiene para

perdonar los pecados sobre la tierra :

Ut

sciatis;

pues

..