![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0275.jpg)
DESPUES DE PENTECOSTES.
~67
Acababa el Salvador de confundir
y
tapar la boca
á
los saduceos que habían creído sorprenderle pregun–
tándole de q11ién sería muger en la otra vida una viuda,
que había estado casada con iete maridos; cuando uno
de
los ma<\ célebres entre los fariseos , que pasaba por el
mas hábil de los doctores de la ley , se acercó
á
pregun–
tarle con el fin de sorprenderle:
Magister, quod
est.man–
datum rnagnum
in
lege~
Maestro, i.cuál es el mas gran–
de mandamiento de la
ley~
La
cuestion que propone aquí
este doctor era, al parecer, del número de las que tenían
divididos enronces los espíritus de todas aquellas sectas.
Únos daban la preferencia
á
la ley que mandaba observar
el
sábado: ótros defendían que el principal mandamien–
to era la ley de la circuncision; ótros querían que fuese
la
ley de ofrecer sacrificio.
El
Salvador. que penetraba
cuanto pasaba en su corazon, le respondió con el texto
mismo de la ley , que dice que no hay mas que un solo
Dios,
y
que se le debe amar de todo corazon, con toda el
alma y con todo el espíritu. Este es el primero y el mas
grande mandamiento de la ley; pero hay todavía otro se.
gundo. semejante
al
primero, el cual dice: Amarás á
tu
próximo como
á
ti mismo. Estos dos mandaµiientos son–
inseparables, y encierran en sí toda la substancia y per–
feccion de
la
ley. Cuando
la
ley dice que debemos amar
á
Dios de
todo
corazon, con toda nuestra alma y con
todo nuestro espíritu, encierra todo lo que somos nos–
otros, . dice <;an Agustio, y no nos dexa
ni
nos permite
que
ocupemos
jamás
nue tro
<
orazon en el amor de ninguna
otra cosa:
Nu!/am
vitte nost·rte
pnrtem reliquit,
qute
va–
care debeat
,
·veJ
quasi
locum dare
ut
a/in
re
velit frui.
Estas diferentes ex presiones, de todo corazon , c;:on toda
tu alma, con todo tu espíritu, sirven para que conozcamos
mas bien la obligacion que tiene ·todo hombre de amar
á
Dios sincera, ardientemente, y con preferencia
á
todas
las cosas. Amarás
á
cu próximo; es decir,
·á
todo hom–
bre, corno te amas
á
ti mismo, del mismo modo que te
amas á ti, haciendo con él lo que quieres se haga
con~go,
y
tratándole en todo como tú querrías ser tratado ;
y
así como el amor que
tú
tienes á
ti
mismo no es un amor
superficial ni de puro cumplimiento, sino un amor real
y
eficaz , que te hace sensible
á
tus males , que te
lleva