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DESPUES DI!: PENTECOSTES.

265

.

zado en todo tiempo

á

los fieles,

y

han sido la admira–

cion de todos Jos paganos: nosotros hacemos profesio n

de la misma religion; i.pero podemos gloriarnos de que

la union y la caridad son el dia de hoy el ca rácter , el

d~stintivo

de todos

nosotros ~

Los cismas, la drvis ion, las

enemistaaes que reynan el dia de

hoy

en el cri stianismo

i

prueban que somos verdaderamente cris tianos?

El evangelio de la misa de este dia es del capítulo

22

de san Mateo, en que el Salvador, despues -de haber ta•

pado la boca á los saduceos, confunde á los fariseos.,

que no hadan sino discurrir

é

inventar medi:e>s para

sor~

prenderle.

No se sabe que haya habido secta alguna · particular

entre los judíos antes de la cautividad de Babilonia. Ocu-–

pados únicamente en el estudio de sus leyes, y de las

ceremonias de su religion ., todos tenían unos mismos sen-:

timientos,

y

solo pensaban en vivir bien. Pero hácia el

tiempo de los Macabeos, por el trato con los filósofos pa–

ganos

y

con los pueblos sumergidos en toda especie de vi–

cios

y

de errores , se levantaron tres sectas , que pusie–

ron el colmo á las iniquidades de la nacion judáica. Eran'

estas tres sectas la de los fariseo.5, la de los -saduceos

y

la de los esenos. Los .fariseos tomaron el nombre de una

voz hebrea, que significa separadon, como

ya

se dixo·;

porque por una odiosa soberbia se separaban de los <lemas

israelitas. Esta secta se asemejaba mucho

á

la de los

e~tóicos; los fariseos atribuian muchas cosas al destipo;

de·–

xaban al hombre la libertad de hacer eJ bien y el- mal;,

eran muy dados

á

la astro1ogía; aparentaban una grande

autoridad; eran altaneros, arrogantes,

y

la soberbia pa–

recia ser el carácter de su secta. Los esenos eran entre

los judíos una especie de filósofos que v.ivian entre sí en

una perfecta union, aborrecian en .extrenw la codicia

y

avaricia, todo era éomun entre éllos, de suerte,.que nin-.

guno era mas rico que ótro. Vivían como hermanos, con

una entera igualdad de bienes y de condidon; no babia

entre éllo.s ventas ni compras, sino que todo el comercio

· le hadan por cambio ó trueque, dando cada :Uno lo que

no necesitaba; recibian en su casa á los de au secta ,

y

les daban parte de cuanto tenian, como

de

una cosa que

les era comun. Afectaban

ll~var

·vestidos muy blancos;

l