![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0201.jpg)
DESPUES DE
PENTECOSTES.
193
ce ·acordar que por la fe y no por la ley han recibido los
dones sobrenaturales ; lo que respecto de éllos era una
prúeba evidente de que la ley de nü1gun modo era nece–
saria para recibir la gracia de la justificacion ; habla de
la ley de Moyses,
á
la cual se ha substituido la ley de Je–
sucristo, que es el dia de hoy la única que debemos se–
guir. Veis aquí lo que desenvuelve
y
descubre el verdade–
ro sentido de toda la epístola,
Abrahce dictce sunt promissiones, et semini ejus:
Las
promesas fueron hechas
á
Abrahan
y
á lo que babia de
nacer de
él.
No se dice, advierte san Pablo,
y
á
los que
nacerán, como si fueran muchos, sino como si se tratára
de
uno solo:
Sed quasi in uno: Et semini tuo, qui est
Christus;
y
al que nacerá de ti :
es
á
saber ,
á
Cristo.
Babia hecho Dios dós suertes de promesas
á
Abrahan: las
unas miraban á su propia persona: las ótras
á
su raza
y
descendencia. Cumplió Dios lo que había prometido
á
la
persona de Abrahan, llenándole
de
bienes temporales ,
y
dándole con una numerosa posteridad una vida tan feliz
como
larga;
pero
solo en el cielo babia de recompensar su
justicia, su obediencia
y
su
fe:
Ego ero
merces
tun
mag–
na
nimis.
En cuanto
á
su posteridad, puede considerar–
se, dicen los intérpretes, segun la carne
y
segun el espíri–
tu: Isaac es el hijo de Abrahan segun la carne,
y
Jesucristo
en
cuanto hombre , es su hijo segun el espíritu :
Jesu
Christi filii .Abrahan;
y
á
Jesucristo
es
propiamente
á
quien se dirigen las promesas hecbas
á
Abraban
y
á
su
posteridad: en solo Jesucristo se _cumplió esta promesa;
todas las naciones de la tierra serán benditas en el que
sal~
drá de ti:
Benedicentur
in
sernine tuo omnes gentes terra?.
Es evidenre que esta promesa no se cumplió en Isaac
9
pues los hebreos no tenian comercio alguno con las
nacio·
nes extrangeras; antes bien las miraban con horror.
Es,
tas bendiciones universales
y
superabundantes no se cum–
plieron sino en Jesucristo, que es el verdadero Isaac: in–
molado sobre la cruz por todas las naciones, por todos lo;
hombres,
y
de quien el primer Isaac no era sino figura•
en Jesucristo únicamente han sido benditas todas las na–
ciones : no era sola la raza de los judíos la que ha bia de
multiplicarse como las estrellas
dd
cielo,
y
corno
la are–
na que está. á la orilla del mar ; ¿qué provincia de me-
Tom.17'.
N