![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0197.jpg)
DESPUES DE
PENTECOSTES.
189
riam Deo, nisi hic alienigena:
No se encontró quien
vol–
viese
á
glorificar
á
Dios sino este extrangero. La reflexíon
que hace aquí el Salvador sobre el agradecimiento de
aquel extrangero , que fue el único de los diez que volvió
á darle las gracia<;, es una instruccion muy misteriosa. Ya
se dixo
que
la Iglesia JUnta á los fieles todos los domin–
gos, no solo para orar
y
asistir al divino sacrificio, sino
tambien pa1 a alimentarles con el pan de la divina pala–
bra,
y
en eñarles las grandes verdades de la religion; pa–
ra lo cual les da cada domingo una leccion particular
sobre algun punto de dogma
y
de
moral. La leccion de
moral se contiene por lo regular en el evangelio del dia,
y
la del dogma en la epístola.
El
intróito de
·1a
misa es
ordinariamente una oracion
ó
súplica, que puede servir de
modelo para enseñarnos
á
orar bien.
El intróito de la misa de este dia se tomó
del
salmo
setenta
y
tres. Previendo el Profeta l'as calamidades que
habían de caer sobre todo el pueblo,
le
envía
á
Dios una
piadosa queja , llena de amor
y
de confianza: quéjasele
á
Dios
en
nombre del pueblo
de
la desolacion de Jerusalen
y
de toda la nacion ,
y
al mismo tiempo implora el so–
corro del cielo. Este salmo conviene · perfectamente
á
la
Iglesia perseguida, no solo por los paganos, sino mucho
mas por los hereges, los que no cesan jamás de perse–
guirla. Vense en él rasgos vivos
y
elocuentes, grandes,
fuertes
y
tiernas expresiones, que convienen admirable–
mente al asunto,
y
que nos pintan los- excesos
y
sacrile–
gios •de los hereges; ved aquí algunos de estos rasgos:
Leva
manus tuas
in
superbias
eorum in
finem:
Señor, le–
vanta cuanto antes tu mano,
y
déxala caer sobre nuestros
enemigos,
y
abate para siempre su or_gullo:
.Quanta ma·
lignatus est inimicus in sancto-!
¡Cuántas impiedades han
cometido en el lugar santo, que es tu templió ! ¡Con
qué
insolencia han profanado el santo lugar en que celebra–
mos nuestras fiestas
á
honra vuest: a! Enatbolaron sus es–
tandartes en el sitio mas alto , del mismo i11odo que se
hace en los baluartes, sin distinguir el lugar sagrado del
p~ofano
:
Posuerunt signa sua, signa
:
'et ñon cognoverunt,
sicut
in
exitu super surnmum,
1
Animába.nse únos
á
ótros
á
desquiciar las puertas á gol pes ' de hacha ', como quien
corca leña en un bosque; lo que 'finalmente consiguieron