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DESPUES DE PENTECOSTES.
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ricordia, será eficaz,
y
hará que mi .salvacion sea menos
dudosa.
JA C ULA T O RIA S.
Ben.timisericordes., quoniam ipsi misericordiam consequen–
tur.
Matth.
5.
Bienaventurados los que usan de misericordia ; porque
éllos conseguirán misericordia.
Beatus qui intelligit supe1· egenum et pauperem: in die ma·
la liberabit eum Dominus.
Salm.
40.
Bienaventurado el que investiga las necesidades
y
afliccio–
nes de sus hermanos: si él llega
.á
caer
en
necesidad
ó
afüccion, el Señor
le
socorrerá.
PRO POS !TOS.
1
Por buenas obras no se
entie~de
sino ciertas accio–
nes paniculares que miran
á
la caridad, como son,
aliviar
á
los necesitados, cooso1ar
á
los afligidos , socorrer
á
los
pobres.
Y
así toda buena obra, toda obra de misericor–
dia, es una accion buena; pero no toda accion buena púe–
de llamarse buena obra en el sentido de que hablamos.
Hay siete obras de misericordia espirituales,
y
siete cor–
porales, con las cuales se socorre al próximo en sus nece·
sidades de alma y de cuerpo. Las corporales son éstas;.
Visitar los encarcelados
y
los pobres enfermos en los hos–
pitales: dar de beber al que tíene sed;
dar
<le comer
al.
que tiene hambre; redimir al cautivo; vestir
al
desnudo;
dar posada al pobre que no la
tiene~
enterrar los muer–
tos. Las espirituales son éstas; Dar buen consejo
al
que
le
ha
menester; corregir al que yerra; enseñar al que
no
sabe ; consolar al triste; perdonar las ·injurias; llevar con
paciencia las flaquezas del próximo ; rogar
á.
Dios por
los vivos
y
los muertos,
y
por los
que
nos persiguen.
No
hay
nadie
que no pueda exercitarse en algunas
de
estas
,Qbras de misericordia;
y
muchos las pueden exercer.
De–
termina las que
tú
puedes hacer;
y
mira que e5 arás
á
pi–
que
de de esperarte
á
la hora de la muerte por haberlas
omitido;
y
de hoy en adelante procura cumplir todos
los
dias
en el modo que puedas con éllas.