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DESPUES

DE~ PENTECOSTES.

i85

pan

á

la sola imágen de 1as grandes caridades en que se

exercitó una persona durante su vjda.

i

Qué cosa enton–

ces de mayor consuelo, que la memoria de aquellos po–

bres enfermos que se visitaron en

lo~

hospitales,, de aque.

llos pobres vergonzantes, á quienes se consoló

y

se les

prolongó la vida con aquellas limosnas, de aquellos en–

carcelados de quienes se tuvo cuidado , de quienes se fue

abogado , por decirlo así, padrino y como

padre~

Final–

mente' de todos aquellos infelices de quienes puede na–

marse como salvador. Los actos de religion, como tan

santos , son, á la verdad, de un gran socorro

á 1á

hora de

la muerte : el uso de los sacramentos, los exercicios de de–

vocion , las oraciones, todo esto consuela , pero todo esto

no calma ni asegura; si alguna cosa puede eritonces in–

fundir alguna seguridad, se puede decir que son las obras

de misericordia hechas por motivos puros

y

sobrenatura–

les. Dios mio, ¡qué poco se conoce el dfa de hoy el valor

y

el mérito de esta especie de buenas obras!

P U N

T

O S E G U N D O.

Considera cuan agradables son

á

Dios las obras de mi–

sericordia, y qué necesarias

á

todos. los fieles, pues solo

sobre éllas se funda, por decirlo así, el derecho que tie–

nen los escogidos para entrar en posesion de la herencia

celestial.

Uenite

,

benedicti Patris mei:

Venid, benditos

de mi Padre, poseed el rey no que os está preparado des–

de la creacion del mundo. Q1:1iere el Señor que se sepa

á qué titulo reciben una tan gran recompensa. Porque tuve

h ambre , dice,

y

vosotros me dísteis de comer: tuve sed,

y

me disteis de beber ; no hallaba donde alojarme ,

y

vosotros me recogísteis en vuestra casa; me faltaba el ves–

tido,

me le dísteis; estaba enfer-mo

~

y

'me visitásteis;

estaba preso,

y

me vinísteis

á

ver.

1

Entoaces le responde–

rán los justos, añade el Salvadoc·: Señor, ¿cuándo te vi–

mos tener hambre,

y

te dimos de comer; tener sed,

y

te dimos de

beber~

i

cuándo te vimos no ballar donde

alojarte,

y

te recogimos en nuestra casa; faltarte el ves ti–

do,

y

te le

dimos~

¿y

•.cuando te vimos enfermo ó en

la cárcel,

y

te fuimos á

·ver~

Sabed, responderá el Señor,

Y en verdad os digo (quien habla así es todavía Jesucristo);