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DOMINGO ONCE

persecutu! surn Ecclesiam Dei.

de Dios. Pero por la gracia d¿ Dios

Gratia autem Dei sum id,

soy lo

que

soy, y

su gracia en

mi

quod

sum

,

et

gratia

ejut m

no ha

sido sin

fruto,

me vacua non fuit,

NOTA.

''Uno de los puntos capitales del evangelio ha sido

"siempre la verdad de la resurreccion. Entre los cristia–

" nos de Corinto

habi~

algunos que no tenian sentimientos

"muy ortodoxos tocante

á

la resurreccion. Como este ar–

" tículo es como el fundamento de .todo el cristianismo, se

"aplica san Pablo en este capítulo

á

establecer la verdad

"de él con pruebas que no tienen réplica."

RE F LE X1ONE S.

Os voy

á

poner delante de los ojos el evangelio que os

• ·

prediqué

,

que recibisteis

,

en que os manteneis

,

y por el

cual os salvais.

Este evangelio puesto delante de los ojos

de cada uno de los cristianos,

i

será un objeto de mucho

consuelo para

todos~

i

les asegurará

y

aquietará contra

los terrores de la

muerte~

Prontos á dar cuenta

á

Dios,

ihallarán todos en este libro de salvadon con que justifi-

car su conducta?

¡Ay!

Poner

del~nte

de los ojos de un

mundano que se muere, de un religioso tibio

é

imperfecto

que ha recibido los últimos sacramentos , poner delante

de los ojos de un libertino que espira este evangelio , que

es la soberana regla de las costumbres, por el cual de-

, bemos ser juzgados, en el cual se halla cuanto se necesita

para formar nuestro proceso, de cuyos preceptos, de cu–

yas máximas depende , en algun modo, nuestro eterno

destino;

i

no es esto anunciarle su triste suerte, ponerle

delante de los ojos la sentencia de su condenacion, meter–

le en la desesperacion,

y

anticipar su suplicio? Se apar–

tan los ojos de este evangelio durante la vida , porque

no se quiere ni obedecer sus mandamientos, ni seguir sus

consejos, ni arreglar las costumbres por sus máximas; ya

no se mira el evangelio en el mundo sino como unos de–

rechos anticuados de religion , como unos títulos enve–

jecidos

y

rancios, que ha derogado la costumbre, que

ya

no tienen fuerza de ley sino para con un corto número