Table of Contents Table of Contents
Previous Page  118 / 356 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 118 / 356 Next Page
Page Background

ro8

DOMINGO TERCERO

impropio de los que se llaman

y

pasan plazadesantos.

Quie–

re el Apóstol que los fi eles vivan tan apartados de estos vi–

cios, que ignoren hasta el nombre. San Gerónimo preten–

de, que la palabra inmundicia en este pasage significa to ·

do género de

pasio~es

vergonzosas. Por mas que

e~

cora–

zon del hombre este corrompido, por mas general que sea

la corrupeían, la pureza será siempre la virtud que se lle -

vará las atenciones de los santos , y la divisa mas hermo–

sa de los verdade ros fieles : será una insignia que distin–

guirá á los hijos de la luz, de los hijos de las tinieblas.

i

Son muchos el dia de hoy los cristianos marcados con

esta señal?

No se oiga ent re vosotros . cosa que ofen_da el

p udor, ni ex presion alguna impertinente

y

chocarrera .

¿Qué

diría el ApÓ')to l si. se ha lla ra en las jumas

y

concurrencia~

mu nda nas de nuestro

siglo~

No es la bagate la

y

la inutili-

'

dad lo mas reprensible que hay el dia de hoy en las con–

versaciones de las genres del mu . do: ¡qué l

te

ncia , que es–

c ándalo en la materia de la cooversacion! ¡qué especies tan

indecente'> en esa5alusiones ! ¡qué deshone ridad en lo" tér–

minos ! Ya no se avergüenzan de lo que en otro tiempo

causaba empacho

á

los mismos paganos. Sin esta sal es in–

sípida

y

sosa la conversacion. Enredos de amor, novelas,

obras de un espíritu corrompido por la corrupc ion del co·

r azon, poe5Ías amorosas , esto es lo que di vierte el dia

,

de hoy , esto es lo que o,cupa

y

entretiene las conversacio–

nes. ¡Oh,

y

cuá ntas almas se pierden por esas palabras obs–

cenas. por esas conversaciones demas iado libres, por esos

equ ívocos llenos de veneno, po r esos gracejos, por esos

chistes lascivos, por esos l ibros

~sc ritos

con tanta habilidad,

donde no se encuencra

sino

demasiada sal

y

demasiada agu–

deza; ¡pe ro de dónde es tá enteramen te desterrado el e pí–

rhu d el c ristianismo! Estad bien persuadidos,

contin~a

el

Apóstol, que ni el fornica rio, ni el deshonesto, ni el avaro,

c uyo vicio es una especie de idolat ría, no tendrán parte

alguna en el reyno de Jesucristo

y

de Dios. ¡Ah, Señor,

y

cu ántas personas ren unc ian el día de hoy esta herencia! L a

avaricia se ll ama idolat ría , como tambien la impureza,

porque por estos vicios rehusa el hombre dar su corazon

á

Dios pa ra no darlo sino al dinero y al

del~yte,

y

po rque en

el úno

y

en el ótro el hombre hace su Dios de la criatura,

y

le sácrifica todas las cosas:

Noltite ergo effici p61rlicipes