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DE CUARESMA.

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cia de haber caido en él, pídele perdon

á

Dios de todo co–

razon sin detenerte un instante,

y

no se te pase el dia, si

puede ser, sin confesarte:

Non tardes converti · ad Domi–

num.

¡Qué error,

y

qué peligro aguardar

á

convertirse tal

domingo,

ó

tal dia de fiesta! ¡Cuántas personas se han con–

denado por haber dilatado su conversion no mas que un

dia

!

Cuidado no cuentes demasiado sobre la bondad de

Dios, esperando encontrarle siempre pronto

á

recibirte

á

penitencia.

~sto

no es confianza, es una criminal presun–

cion que de ordinario es seguida de la impenitencia final.

Ten una conducta mas cristiana. Cu_enta con la mis.erícor–

dia del Señor; pero no abuses de élla.

DOMINGO TERCERO

- DE CUARESMA.

Este te1:cer domingo sé llama c;rnunmente el domingo

del

demonio mudo,

por contenerse su historia en el evange–

lio de la misa de este día. Tambien suele llamarse el do–

mingo

Oculi,

de la primera palabra del introito, como por

la misma razon se suele dar el nomb re de

Rerniniscere

al

domingo precedente,

y

el de

L cetm·e

al cuarto domingo.

Antiguamente se llamaba este domingo el domingo

de los

Escrutinios,

que quiere decir, el exámen de los catecú–

menos~

á

quienes disponían para recibir el bauti mo al

fin de la Cuaresma, porque el primer examen s€ hacia en

este dia. Los griegos le llamaban el domingo

del leño pre–

cioso

y

vivificánte;

es

á

saber,

de la cruz,

la que nombran

con una sola expresion

stauroproscinese.

Como la semana

que empieza de este domingo es la semana de la mitad

de Cuaresma, los fieles han aumentado siempre su devo–

cion

y

su fervor,

á

proporcion que se han ido acercando

á

aquellos sagrados dias en que celebra la Iglesia los

gran~

de misterios de nuestra redencion, celebrando

1os

miste–

rios de la pa ion, de la muerte,

y

de la resurreccion del

Salvador del mundo.

El

introito

de la misa es del versículo décimosexto del