![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0116.jpg)
106
DOMINGO TERCERO
salmo '24. Este salmo, como ya se dixo, es una afectuosa
oracion de un hombre enteramente afligido, que persegui–
do por aquellos mismos á quienes ha llenado de beneficios,
no halla consuelo en la amargura de su corazon sino en so–
lo Dios, en quien pone toda su confianza. David persegui–
<lo vivamente por su hijo Absalon, implora la ayuda de
Dios en su afticcion; y considerando sus males como jus–
tas penas de sus pecados, entra en sentimientos muy gran–
des de penitencia. No hay persona afligida á quien no con–
venga este salmo, especialmente
á
las que se hallan comba–
tidas de tentaciones violentas:
Oculi mei sempe.r ad Domi–
num, quia ipse evellet de laqueo pedes meos.
Si el fuego de
la per ecucion se encendiere contra mí cada dia mas., si
mis enemigos hicieren los mayores esfuerzos para perder–
me, mis ojos estarán siempre puestos en el Señor, en la fir–
me confianza de que me librará de los lazos de mis ene–
migos,
y
que con tal que yo no pierda jamás de vista este
punto fixo del cielo, este astro benéfico, que gobierna todo
el universo, no tengo que temer ningun l1aufragio:
Respice
in me, et miserere mei, quoniam unicus et pauper sum ego.
Pero en vauo, Dios mio, tendriayo fixos en vos los ojos y
el corazon si vos no los pusiérais en mí: no atendais,
ó
Dios ·
de misericordia,
á
la muchedumbre
y
enormidad de mis pe–
cados: dignáos mirarme con ojos propicios: por lo mismo
que me hallo. destituido de todo socorro, espero ser el obje–
to de vuestra compasion. No encuentro sirto infidelidad en
mis mayores amigos, é ingratitud en aquellos
á
.quienes
mas beneficios he hecho: no
ob~ervo
sino ·simulacion
y
mala fe en los hombres. Mientras la fortuna
se
me ha mos–
trado risueña, mientras he estado en la prosperidad,, me
he visto rodea
do de lisonjeros y de cortesanos; pero lo
mismo ha sido
ver.medesgraciado, que hallarme solo
y
abandonado.
Vos solo, Dios mio, sois todo mi consuelo,
mi a.poyo y mi fortaleza:
Ad te, D omine , levavi anirnam
meam:
en ninguna cosa hallo alivio sino en vuestra bon–
dad y en vuestra misericordia;
y
así no
ceso
de levantar
mi corazon hácia vos, en quien únicamente tengo mi con.
fianza:
In te confido, non erubescam :
no padezca yo, Dios
mio, la confusion de verme abandonado de vos.
La
epístol~
P.e
este dia
es
una exhortacion que hace san
Pablo
á
los de Efeso para que sean imitadores de Dios
y