96 / 396
82
SEGUNDO DOMINGO
sin rie.sgo: no enfadarte por nada, hacer tal obra que Dios
te pide, practicar cierta mortificacion
ó
cierta virtud que
te es muy necesaria. En fin, propon hacer algun acto de–
terminado de virtud, aunque no sea mas que una peque–
ña oracion ,
ó
una corta limosna, para dar hoy una prue–
ba de la sincera voluntad con que quieres obrar tu salva–
cion,
y
poner todos los medios conducentes á este fin.
SEGUNDO DOMINGO
DESPUES DE LA EPIFANÍA.
Como el
~spacio
que hay entre la
fiest~ d~
Navidad
y
la de la Epifanía, por otro nombre
de Reyes,
no es mas
que de doce días, no pueQ.e haber en este hueco sino dos
d :.:;ir:igos, los cuales se llaman vacantes, porque no tie–
nen oficio propio,
ú
d0miniqal, por estar ocupadoS'en el
oficio de alguna festividad de Santo,
ó
por el de
la
octava
de Nav,idad,
ó
por la octava de Ja Epifanía cuando cae en
domingo; por eso no se dice aquí nada de este domingo por
haberse ya hablado de él en el mes de enero. El domingo
de la infraoctava de la Epifanía se fixó en-nuestros exercicios
devotos al dia nueve de enero, donde se refiere toda su his–
toria.
\'10
quedan, pues, hasta la Septuagésima, sino cuan–
do mas cinco domingos; los que por lo regular son
aú1:i
mé–
nos segun la época del dia de Pascua, que es la que regla
todos los domingos y fiestas movibles del año. Los exer–
cicios devotos propios
á
cada uno· de estos domingos
y
la
historia del evangelio del dia es lo que se va á dar aquí.
· La lglesia comienza la misa de este dia por las pala–
bras del versículo cuarto del salmo sesenta
y
cinco, don–
de David convida
á
toda la tierra á arabar
y
bendecir al
Señor :
Omnis terra adoret te, Deus, et psallat tibi: psal–
mum
dicat nomini
tuo,
Altissime:
toda la tierra os adore
y
os Sendiga,
y
cante cánticos
á
tu nombre,
ó
Dios al–
tísimo. David hace hablar en este salmo al pueblo jud ío,
que da gracias á Dios por su libertad, y que convida á
toda la tierra
á
unirse con él para bendecir al Señor. Los