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SECUNDO DOMINGO
de haber instruido el Ap' stol
á
los que estan en empleos,
pasa
á
dar lecciones generales
y
particulares á todos los
fieles. No seaís perezosos, prosigue, en hacer
~on
vuestros
hermanos todos los buenos oficios que pudiéreis,
y
no les
haga is esperar vuestros servicios, ni mucho ménos s,e los
hagais comprar muy caros; sed fieles en cumplir con pun–
tualidad todas vuestras obligaciones. Creced contínuamen–
te en fervor en el servicio de Dios. Preveníos los únos á
los ótros en la honra
y
cortesía; la decencia y la com–
postura sin afectacion hacen honor á la piedad,
y
la di–
cen bien. La esperanza cristiana nos debe inspirar un con–
·tínuo gozo. Perseverad en
la
oracion
y
en el exercicio de
las buenas obras. Mirad como propias las necesidades
de vuestros hermanos ,
y
aliviadlos con vuestras obras de
·caridad. Gustad de practica r la hospital'.rlad. La pacien–
cia
es
Ja virtud de los pobres, la caridad debe ser la
vir–
tud de los ricos; éstos no han recibido mas bienes que
los ótros, sino para aliviar las necesidades de los gue vi–
v~n
la pobreza,
y
necesitan de un todo. Haced bien
á
vuestfos enemigos. He aquí hasta dónde debe ir el heroís–
mo
y
la
perfeccion de
la
caridad cristiana. Esta beróica
vir.tud debe hacer
que
e1 cristiano
sea
sensible á todos los
bienes
y
males que les suceden á sus hermanos. Los au-
c_
menta
el
gozo en la prosperidad cuando le ven tomar par–
te
en élla;
y
les enxuga
ó
suaviza sus lágtimas cuando
mezcla con élla las suyas propias. No seais porfiados, ni
tenga i&T pleytos; la di·versidad de sentimientos agría no
ménos los corazones que los entendimientos. Lo mismo
es acalorarse la disputa, que resfriarse la caridad. No pen–
seis alrameóte d'e vosotros mismos; ninguna cosa
es
mas
opuesta al espíritu del cristianismo que esta rídkula va-
.· nidad. Sed humildes, compasivos, mansos, modestos; no
seais sabios
á
vuestros propios ojos; porgue nos engañan
siempre en el juicio que nos hacen formar de nosotros
'mismos: se puede decir que esta epístola
es
un compen-
dio de toda la moral cristiana.
1
El
evangelio no
es
ménos instructivo.
Es
la historia del
primer milagro que hizo Jesucristo en las bodas de Caná
á
ruegos de la Vírgen madre. Ved aquí como la refiere san
Juan.
.
-El
Salvador babia ya comenzado á predicar despues