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CUARTO DOMINGO
. naban con autoridad soberana;
y
1os mismos evangelistas
dan alguna vez á Herodes, tetra-rea de .Galilea, el nombre
de rey, de que los romanos le habian permitido usar. Este
Herodes era hijo del primer Herodes llamado el Grande,
y
poseía la Galilea, que era una parte de la Palestina ,
á
un lado de Samaria. Fílipo su hermano reynaba del mismo
modo en la lturea y Traconitis, ácia el Septentrion, la que
era una provincia situada ácia el orígen del Jordan, la
cual babia hecho parte de la Siria.
En
fin, cierto Lisánias,
quizá descendiente de aquel Lisánias
á
quien Marco Adto–
nio habia heeho rey de los itureos , mandaba un cuartel ó
rincon de la Celesiria, que se llamaba Abilina, entre el
Líbano y el Antilíbano. Por lo que mira
á
la religion, co·
mo los romanos dominaban allí corno en un pafa conquis–
tado, y tenian la capital donde estaban el
~emplo
y
la silla
del sumo sacerdote, es factible dispusiesenl)>á su arbitrio de
las dignidades eclesiásticas; y que queriendo
aprovech ~use
de la desmedida a1nbicion de Anás
y
de Caifás, que preten–
di\1
entrambos el pontificado, habian puesto la alternativa
entre estos dos competidores, de los cuales el úno era sue–
gro del ótro; de suerte que ellos le exercian por su turno
un afüo cada uno, segun parece de lo que dice el apóstol
san Juan en el evangelio, que Caifás era pontífice el año
<iue murió Jesucristo:
Erat pontifex a.nni illius.
La venida
ctel Mesías era una época tan importante
y
tan distingui–
da , que· pedía una descripcion tan menuda de todas las
cü;cunstancias del tiempo en que se veía cumplido todo lo
que los profetas habian predicho tocante
á
la venida del
Mesías
y
de su precursor.
En este tiempo de desórdenes
y
de confusion en el es–
tado y en la religion se dexó ver el precursor dl!l Mes.ías,
al cual los profetas habian dado el nombre de ángel del
Señor, aquel hombre santificado en el vientre de su ma'"-
.. dre, ouya vida.era
1
un prodigio de santidad
y
de peniten–
cia. Su vestido era un áspero cilicio, hecho de pelo de ca–
mello, el cual tenia puesto al rededor de los riñones, ceñi·
do con una correa de cuero para condenar la delicadeza
y
' el fausto. Su alimento se componía de langostas sin sazo–
nar , comida bastante ·comu.Q entre
los
pobres de la Pales–
tina ,
y
de miel silvestre de. mal gusto que hallaba en los
agujeros qe las roca.s
y
en las,abenuras de los árboles. Su
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