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TERCER DOMINGO

Señor , yo os amaré á vos que sois toda mi fortaleza, mi

refugio,

y

mi Salvador.

,,

\ \ f """ (

A .,

r

PRQPOSITOS.

1 '

mamos pe>oo

á'

Jesucristo, porque no le conoce–

mos.

La

fe con q_ue creemos, es una fe débil , enferma

y

casi apagada; ipwes cómo liemos de amará Jesucristo con

ternura

y

con amor

~

No se ignora lo que es este Señor,

se

sabe.lo

que

pmedei~ r no

se ecba en olvido lo que hace en

nuestro favor , se conoce· lo que está dispue to á hacer;

pero es preciso 'que estos conocimientos sean bien imper–

fectos cuando producen tan poco conocimiento

y

tan po–

c-0 amor. Aplícate, sobre todo en este santo tiempo; sin–

gularmente consagrado

á

celebrar su venida al mundo:

qplleate·á 'conocer

y

á

amar

á

este divino

Salvador~

Con–

sidera quién es, lo que viene

á

bacer en la tierra,

y

cuál

~s

-eLmo.tivo de sti .veoiCia , esto es, de su encarnacion

y

de su nacimiento. Represéntate

·SU

vida

y

su muerte: trae

á

lallrriemoria todas sus maravillas,

y

soQre todo el amor

que

te

tiene; ·Y despues de esto pregúntate

i

si este, Dios

fiecho hombre- pop

s~l

var

á

1losJ1orñb"res

merec~

ser amad.O

por

ti~

Haz que esta·sea la materia ordinaria de tus medi·

tacione,s en todo este·santo tiempo;

di

á menudo

y

con

fervor á este divino Salvador con san Agustín:

Noverim

te, rtoVerim me:

Señor, haced que

lo

os conozca á vos,

y

qu~

me conozca·'á mí n;¡ismo. fi Qu confusion, gran Dios,

y

qué

p(1s~r

no de_bo tener de haberos amado '1ian poco , 6

divino Salvador mio!

·

2 .

Iivportaria poco tener este pesar si nuestro amor no

se manifestara en nuestra conducta. Dale desde hoy prue–

bas de que le amas

1

~or

la resolucion que has de hacer de

no pasar dia algune ·de ·tU vida, si es posible, sin hacerle

una visita en el santísinio Sacramento. Dale pruebas de tu

amor por tu caridad con los pobres ; pues todo el bien

que les hagas, le haces

·á

Jesucristo:

Mihi

fecistis.

Visita

por .amor de Dios los pobres enfermos en los hospitale ,

y

los pobres vergonzantes en las casas particulares. Visita

los encarcelados á lo menos una vez á la semana ,

y

sé li–

beral con los únos

y

con los ótros: esca caridad será una

buena prueba de tu .amor. Desea recibir á Jesucristo en la

adorable Eucaristía. Comulga

mas~

menudo en el Ad vien,