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pasmamos al ver la mayor parte de las gentes de bien des–
preciadas y afligidcrs, a1 paso que tos mas insignes peca –
dores viven en •la abundancia y en las honras, y parece que
todo les sale bien. La les vacila algunas ve–
ces al considerar esta condiciones; pero esto
mismo debe hacerles rdad y la·necesidad de
este juicio final, en el cúal fas condi,ciones. serán bíen di–
ferentes , y Dios haTá justicia á vista de todos los escogí·;
dos y los réprobos. Cuando te hallares en las adversida-–
des, piensa en e\ juicio final, afirma tu fe, y ahíma tu con–
fianza. No habrá uno entonces que n~ quisiera haber te–
nido. parte•en las humillaciopes y. sufrimientos del Salva–
dor. Dí á menudo con el Apóstol: Juzguémonos aquí sin
misericordia, para que en el dia del juicio final experi–
mentemos la divina misericordia.
0 MARTES PRIMERO
DE CUARESMA.
.La misa de este dia empieza por el primer versículo del
salmo 89~ S eñor, vos habeis sido nuestrn refugio en todos los
tiempos; vos que soisante todos l os siglos, y que sereis eter–
nament~1Jien habla en este salmo es Moyses, segun san
,Gerónimo:"ríace presente á Dios la brevedad y las mise–
rias de la vida humana; .y le suplica que se reconcilie con
su pueblo. Lo que movió á san Gerónimo y á los que son
del mismo sentir á atribuirá Moyses este salmo, es el que
tiene por título estas palabras: Oracion de Moyses, hom–
bre de Dios. San Agustín y otros muchos no creen que
Moyses sea -el autor. Se cree que fue compuesto mientras
la cautividad de Babilonia, b por (!.lguno de los descen–
dientes de Moyses, 6 por algun ótro, el cual, para hacer
este salmo mas respetable, quiso poner á su cabeza el nom·
bre de este santo legislador, como siente el benerable Be–
da. Sea de esto lo que fuere, hay pocos salmos de un es–
tilo mas elevado, mas devoto y mas patético. El autor im- .
plora la misericordia de Dios sobe su pueblo afligido y