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VIERNES

NOT

.A.

<r

El grande objeto que ocupaba principalmente á Isaías

,¡,era la cautividad de B.abilonia,

y

la · vuelta de esta cau–

" tividad. Este parece es el sentido literal; pero en las pro–

" fecías que miran

á

esta cal,ltividad

y

libei:tad ,del pueblo,

"tenia .Isaías siempre por el primero

y

principa~

objeto

.la:

,.,cautividad del linage humano despues del pecado, la ve–

" nida del Mesías.,

y

el

misterio de la redencion: este es el

"se.mido alegórico .de toda.s estas profecias"'

.

.

RE F L E X1ONE S.

.

.

i

Por qué habienad ayunado' .,, rio os ñabeis dignado mi–

rar nuestros·ayunos?

i

Por qué habiendp ht¿'!'illado nuestras

almas,, no

ha~eis

h,echo caso

d~

nuestras humillaciones?

i

Pue:–

de haber

1

c9,sa mas

.t~is~e,

y

de _mayor. desconsuelo, que

habe·r

1

hecho grandes . gastos sin ganancia alguna, antes,

bi~n

con pérdida de todos éllos? Ayunar, maltratar la car–

ne, tener una vida dura

y

austéra, esto es lo· que hacen

todavía.hoy muohos bonzos en el Japon, algunos hereges

en Europa,

y

todos los falsos devotos

y

falsos penitentes

en el mundo cristiano; l,pero qué recompensa consiguen de

todas.estas penosas exterioridades? iqué 'fruto de todos es :.

tas monadas. d,e religi9n?

i

qué

~ilida!f

dé todos estos bea–

lerios, que no dexan de ser trabajosos·? Si Dios no atiende

á

to

' ·:

.3s

artificiosas austeridades, porque no se hacen

por él;· si

~

se a igna mirarlas, porque no están mar·

cadas con s

sello,

i

qué valor pueden tener, qµé premio,

qué mérito? Separados., de

1

la Iglesia,

.¡;10

sois otra cosa que

penitentes reprobados!' privados, despojados de · la gracia

santificante por el pecado ·,1vuestras obras

y

vuestras aus–

teridades jamas. serán el objeto de las recompensas divi–

nas. Id al mundo,. por quien os habéfs mortificado; id

á

·los

hqmbres, por quienes os habeis.

violen~ado;

l.d al par–

·tido, J)or cúyos intereses os habeis

1

sacrificado,

y

decidles

:que os indemnicen de vuestra faisa"penitencia. El demonio

~

·,tiene suS' mártires;

i

y

por qué no tendrá sus confesores

y

y

sus penitentes? La heregÍa

y

el cisma tiene sus secuaces,

que son las víctimas que se sacrifican por su partido. Se

ayuna en Londres, en Ginebra, en Amsterdam; ipero pue-

e

"