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· DESPUES

D~

LA EPIFANÍA.

137

2

Supuesto que solo Dios debe ser el alma

y

el motivo

de toda nuestra conducta, ni el tiempo, ni el lugar, ni las

personas deben pervertir e1 órden que pide la virtud. La

modestia es inseparable

de

la virtud : sé tan circunspecto

y

tan modesto cuando estés solo , como cuando estés con

gentes. La mansedumbre es compañera inseparable de

la

virtud: sé inalterable así con tus inferiores, como con tus

iguales; y tu mansedumbre será una prl:leba de tu virtud.

La caridad es el primer efecto de

la

virtud cristiana; haz

que la tuya sea sin fausto, sin vicisitud , sin distincion.

Piensa car itativamente, habla bien de todos ; en

fin,

haz

que tu virtud sea una virtud

á

toda prueba,

y

que jama:s

se desmienta..

+~~+,pt~~t.;f"~{-~~t~~+;t~t~~~

SEXTO DOMINGO

DESPUES DE LA

EPIFANi,~·

Como el dia de Pascua , er cual siemp_re es el dbmingo·

siguiente al dia catorce de la luna de marzo, es el que

regla el número de los domingos despues de }a Epifanía:

sucede de ordinario que este sexto domingo se transfiere:,

y

rara es la vez que haya seis domingos desde lt$esta de

Reyes hasta

la

de Septuagésima. Este es sin dud

l moü–

vo por qué este sexto· domingo ha estado tanto ti

sin

tener oficio particular. Cuando acontecia rezarse de este

domingo ,, se repetia el oficio entero dél domingo antece–

dente, hasta que el papa san Pio V. le señaló una epísto–

la y

ua

evangelio propio, con el introito

y

ras otras par–

tes de la misa que son comunes á todos los domingos des"

·de el tercero despues de la Epifanía hasta Septtlagésima,

como ya se dixo.

·

El introito de

la

misa de este día

es

el mismo

que

el de

1la

de k>s tres domingos antecedentes , del cual ya hemos

·.hablado. Aquí solo se añade, que san Pablo cita este pa:sage

en tercera perso

a:

Todos los árrgeles le adoren

,

paJ.!tten

sus homenages,

y

den sus adoraciones al Hijo único

de

Dios

Padre, vestido

de

nuestra carne.

El hebreo·añade

á

la sígni-