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DESPUES DE LA EPIFANÍA.
135
Ninguna cosa está oculta para él, ni se le puede esconder.
No e da priesa para arrancada, porque 'en esto podría
padecer el buen grano.·
Su
paciencia nunca se ·dexa de dar
á
conocer,
y
su misericordia es o,.bre todas sus obras.
Por mas que sus mas celosos
y
activos criad"os e le
ofrezcan ,
y
le pidan licencia para exterminar una
y
rba
tan perniciosa ,
y
que crece en su propio campo, alaba el
celo que rirnestr
an porsu gloria; pero le r ctiñca mode–
rándole. Quie11e
que.seaguarde al ti empo de la siega; es
decir,
á
la hor
a de lamuerte, que e
cuando el Señor
trilla, por decirlo así,
y
separa el buen grano de la ciza–
ña. Dios no juzga de las- cosas por las apariencias , como
lo hacen los hombres; penetra ha ta el fondo del corazon,
y
desenvuelve los pliegues
y
repliegues de la conciencia.
Conoce
to~!\,fb
verdaderos motivos de nuestras accio–
nes : por rr
.
nosotros nos eJgaiiemos
á
nosotros mis–
mos, el Señor no puede ser engañado : todo se le presenta
al de cubierto : todas las raterías del amor propio le son
manifiestas: motivos interesados, respetos humanos.
e–
textos especiosos, disfraces sutiles, ambician d. ·
da,
mezclas imperfectas, razones capciosas, todo. está descu–
pierto á sus ojos en todo tiempo;
y
á
Ja hora d,e,la muerte,
en aquel momento decisivo de nuestraisuerte, todo se des–
envolverá á los nuestros. El alma,
ex~nta
en
tonces de pre–
ocupaciones
y
de todas
la~
sutilezas del amor
proP.io,reco–
noce todos sus
ext~avíos:
advierte·que si ha e
ngañ oá
mu–
chos con cierra superficie de virtud,
~on
cierta
áscara
de piedad, se ha engañado mas _grQse.ramel'lte
á
sí
ma.
¡Buen Dios, qué sorprendida ,qJ.1eda entonces!
i
pero cuál
será su espanto
y
su despecho? Al ciempo de la cosecha el
buen grano es arrancado igualmente que la cizaña; ¡pero
qué ·suerte tan diversa la de entrambos! Aquél se recoge
con cuidado, con complacencía para ser colocado en el graM
nero: ésta se arranca con indignacion , pa ra ser arrojada
al fuego: la cizaña no puede servir para otra cosa. Ha–
blemos sin figuras:
i
qué sirve entonces haber herho os–
tentacion de una virtud , de que no se tenia mas que la
corteza?
i
qué sirve haber engañado al público con unas
apariencias estudiadas,
y
con unas expresiones tan poco
sincéras? z.qué sirve haber tenido reputacion de devoto,
y
ser tondenado
á
los fuegos eternos
?
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