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. DESPUES DE LA EPIFANÍA.

133

El evangelio

es

del cap.

I

3· de san Mateo.

In

illo

tempore dixit Jesus

turbis parabolam hanc: Simi–

k

factum est regnu_m crelorum

lwmini

,

qui semin'avit bonum

semen in agro suo.

Cum

autem

dormirent homines

,

venit .ini–

micus ejus, et supe.rseminavit

úzania in medio tritici, et ah–

ilt,

Cum autem crevisset her'ba,

e't

fructum f ecisset, tune a_ppa–

ruerunt et zizania. Ac'cedentes

autem servi patrisfamitias

>

di–

«erunt ei: Domine

,

nonne ilo–

num semen

J¿Q'•

i

in agro

tuo? unde ergo habet zizania

~

Et

ait illis: lnimicus homo hoc

fecit.

Servi au;tem dixer-unt ei:

Pir,

imus, et colligimus ea?

Et

ait: Non; ne

far.te

coiligen–

tes zizania

,

eradicetis .rirnul

cum ei.r et triticum. Sinite u–

traque cre.rcere u.rque ad me.r–

sem, et in ,tempore méssis di–

cam messorihu.r: Colligite pri–

mtim zizania, et atligata ea

in

f

a.rciculos ab comburendum, tri–

ticum autem congregate

in

hor–

t~um

meum.

En aquel tiempo dixo Jesus

á

las

turbas esta parábola: El reyno de

los cielos es semejante á un hombre

que sembró en sus tierras

~uen ~

se–

milla. Pero estando dormidos los

criados , vino su enemigo, y tornó

á

sembrar cizaña en medio Ciel

tri–

go ,

y

se fué. Habiendo crecido,

despues la yerba, y habiendo dado

el fruto, se manifestó entonces tam–

bien la cizañ·a. Yendo , pues , los

criado!> al padre de familia , Je di–

:xeron: Señor, ¿no sembraste buena

semilla en

t~ tierras~

¿

por qué,

pues, tieme cizana? Y él' les dix0:

Algun hombre enemigo (mio) lo ha.

hecho. Dixéronle }os.criados,

i

q

uie–

res que vayamos

y

Ja cojam9;

Y

él respondió: No; nos

ue

al tiempo de c-0ger la cizaña ' aes–

arraygueis con illa juntayiente el

trigo. Dexad que crezca lo úno

y

lo ótro hasta el tiempo de la siega ;

y al tiempo de segar diré

á

los se–

gadores : Recoged primera mente la

cizaña, y atadla en ma

'os para

quemarla, y el trigo rec

edlo en

mi granero.

ME D 1T ACION.

Sobre la falsa virtud.

·d

r

, , !

P U N T O

P

R 1

JM

E R O.

Considera

c01~0

no hay cosas mas opuestas

y

mas con–

trarias entre sí que la falsa

y

verdadera virtud;

y

no obs–

tante no hay cosas que se confundan mas fácilmente,

y

que se distingan menos en la apariencia : por fuera los mis–

mos .coloridos , el mismo ayre engañoso se ven en la úna

Tom. l.

"

l 3