QUINTO DOMINGO
Preservadme , Señor, de esta desgracia ;
y
para esto
no permitais que yo sea jamas del número de esos hipó–
critas,
cuya ~herencia
·es el infierno. Haced, Señor, que
yo
tenga una v irtud pura, una devocion tierna
y
una perfec–
ta caridad.
JACULATORIASª
Cor mundum crea in me,
Deus:
et espiritum rectum innova
in
visceribus meis..
Salm.
50. •
Señor , criad en mí un corazon
puro
y
un €spíritu recto
y
sincéro,
para
que os ame
y
os sirva con fidelidad.
,Ego
autem
in
toto corde
meo scrutabor
mandata
tua•.
Salm. II8·.
,
Señor, de
hoy
en adelante yo guardaré
~toda
la
sinee~
ridad de mi
~oraion
vuestros mandan':&n'bs..
,•
PRO
PO 'SITOS~
¡
··Qué
flaqueza de
espfrir~,
y
qué desórd·en
mayer
que el de servir
á
Dios fingidamente!
S erutans cerda,
et
renes
IJeus..
Dios
pone
toda su ateH.<!ioh
ea el
motivo
por
qué
le sei;vimos.
El
hombre,
dice
·¿1
·Profeta, se paga
de
m1
extedor cómpuestó'
y
eNgañosQ.. :
rD~us
aut>em
inttiel
·tur cor
~
pera
Dios mira el <3oralzon,
y
po·r, aisfrázados
que
est !n nuesti o·s motivos, poir -emVueltas que puedan
estar j
,ies t:ras. intenciones, Dios
lo
desenvuelve rndo·,
y
c0n6ce perfectamente rohd·os 1'Ú1'estros artificios.' Sirve
á
Dios- c.:0111 -sinceridad
y
con
un
éotªzon r-ee to
y
'sh1eéro:
.deS<i:onifia de' tus incl'inaciones, de tus intencioaes, de·
tu
pwpio. corazon: sea
tu
virtud pura, seAdlla,
y
exenta de
estos fines humanos que la quitan todo el precio: hazte
á
amará
Di'os,
á
servirle,
á
adorarle en espíri tu
y
eJ1l ver–
dad :· punifica tu intencion, FJ.o solo
á
la mañana para
todo el dia, sino tambien
~l
principio 'de todas tus ora–
ciones : ten horror á todo respeto humano. Ninguna cosa
es mas indigna de un hombre de bien, de un hombre cris'–
.tiand, que obrar en mat:eria de reUgion por
eon~icleracio·
nes
y
respe tos humanos
~
solo Dios merece todo nuestrn
corazon, solo Dios debe ser ru1estra. recompensa; no obre–
mos sino por Dios solo..