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DESPUES DE LA EPlFANiA.

95

.J

ACUL AT OR I AS.

Beati servi tui, qui stant coram te semper.

3. Reg.

TO.

¡Qué dichosos son,

ó

vírgen María, tus verdaderos sier–

vos, los que están siempre delante de tus ojos.

Monstra te esse rnatrem.

Ecles.

Haced ver en todas mis necesidades que sois mi madre;

y

haga yo ver en toda ocasion que soy uno de vues–

tros hijos.

PROPOSITOS.

1

Si

queremos que la Vírgen se interese por noso–

tros, es menester que nosotros nos interesemos por élla.

i

Pero nos

.int~ilÍlªl1)bs

en su gloria, en su culto,

'y

en to–

do lo que pued'e--b-aéerl.a

honor ·~

No hay hermandad erigi–

da á honra de María, que no sea una muralla, un fuerte

contra los asaltos del enemigo de la salvacion, un abrigo

contra la corrupcion del siglo, un asilo para los

o–

r~s,

una escuela donde se aprende la ciencja de la.sa va–

c10n

y

un arsenal contra el vicio. No hay cosa mas san–

ta que las cofradías autorizadas por la santa Sede baxo

el título

y

la proteccion de la madre de Dios.

i

Se puede

creer que esta Señora no se ha de interesar por todos los

cofradres de éllas

~

Las del Rosario y del Escapulario son

de las mas 'célebres en la Iglesia, como tambien las con.

gregaciones. Hazte alistar en las únas y en las óulls; pe–

ro procura cumplir con' las obligaciones

y

encargos que

prscriben sus reglas. No hay exercicios mas á propósito

para interesará la Vírgen en todas sus necesidades, ni

escuelas mas útiles para los verdaderos siervos de María,

con tal que se frecuenten

y

se naga lo que prescriben sus

cons,tituciones.

A mas de las prácticas de devocion para con la san–

tís_ima Vírgen , que se encuentrarr esparcidas en el Año

cnstiano , de las que no te debes dispensar jamas; rezarás

todos los dias la sig,uiente oracion,

la

que no podrá mé–

nos de obligar á la santa Vírgen

á

no negart12 su socorro,

y

una proteccion particular en todas tus necesiqades. Es–

ta es aque11a oracion tan familiar del célebre Cláudio Ber–

nardo, llamado comunmcnte el Pobre sacerdote, á la cual