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DOMINGO SÉPTIMO
de oveja. Lo que nos
m~estra
quánto importa no
dexar·
nos engañar
a
la graa desventura, que es para una· alma
el
dexarse
engañar.
.
·. Guardáos, dice · el Salvador, de los falsos profetas que
vienen
a
vosotros
con
vestidos de ovejas,
y
que por
den–
.tro. son unos lobos rapaces:
Atténdite
a
fa/sis
prophe–
·tis-.
Ninguna cosa deslumbra mas que el .artificio de que
~
se sirven: un exterior que no presenta nada que no
sea
loable, engaña fácilmente. Un ayre de devocion,
de
mor–
tificacion, de mansedumbre
y
de modestia,
a
veces no
es otra . cosa que un, exterior de ov.eja que toma
un
fal–
so doctor, que solo se ha disfrazado para dañar con mas
seguridad.
En
tiempo de Jesucristo era gra.nde
~l
numero
de ~.,tos falsos- profetas,
y
hacian infinito mal en el .. pueblo,
imitando
el
los verdaderos profetas en todo lo
que
des–
lumbraba
y
engañaba. Los antigllos
y
verdaderos profe–
tas vestiaa muy sencillamente,
y
tenían tma
vida
muy
austera: iban vestidos de pieles, ayunaban rigurosamen–
te,
y
se <;ubrian .y envolvian en unos sacos
o
cilicios.
Ta–
les eran Jeremías, Isaía.·s,
y
Juan Bautista. Los falsos pro–
fetas
se
vestian . del mismo modo, parecian
a
los ojos del
pueblo grandes ayunadores, predicaban con énfasis la pe–
nitencia: ningu•a cosa mas fácil que engañarse, y for–
mar de eltos un gran concepto. Pero el Salvador nos en–
seña en el evangelio de hoy
a
conocerles
ya
quitarles la
mascarilla. -
Á
-frúctibus
éorum
cognoscetis
eos;
dice el
Señor:
p·or
sus frutos los conoceréis ; .esta prueba nunca fué equívo–
ca.
i
Por
ventura se cogen uvas . de las espinas,
o
higos
de
los cardos
~
Por los fr.utos se· juzga de la naturaleza
del árbol : tal es el fruto , qual es el árbol;
y
tal
el ár–
bol,
qual el fruto: la señal
y
prueba es recíproca: así
como no es posible .que un fruto bueno venga de un
árbol malo; tampoco
es
pogible que
un
.árbol malo lle–
ve buen fruto. No pareis en esos
e.xterior~s
deslumbra–
dores , dice San Gregorio , porque
los
lobos se pueden
cu–
brir con piel de ovejas. Es verdad , que por . poco
que
.. se les observe
de
cerca, se descubre bien presto el en–
gaño. Una piel prestada no d.a ni la voz,
n.i
las
inclina–
.dones del animal, cuya es por naturaleza. Una humil–
_dad
/