DESPUES DE PENTECOSTES.
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el espíritu de sus
esclavos~
Por eso ninguna victoria de
los héroes
es entera
y
completa.
Despues que el .
general
de ¡,¡n
exército lo
ha subyugado
to.dp, lo ha
vencido
to~
do, la mas noble 'parte del hom
bre, que es
el
alma, per·
manece
rebelde,
y
está libre entre ·
las
cadenas,
y
por
lo
regular
es
·enemiga del
vencedor~
Solo Jesucristo, solo
D ios
ha podido sub.yugar
todo~
los pueblos,
someterlos
~
su
imperio' poner, por decirlo
así'
en ser vidumbre el
espíritu
y
el corazon,
y
hacer publicar
y
recibir en to–
das
parces sus
divinas
leyes
sin el socorro
de
la mu..
chedumbre
y
de las
armas . Por r:n s
severas que hay an
sido
esta.s
leyes, por mas
incomprehensibles
que
hayan
sido los
d0~mas
de
la religion ,
por
mas opuesto
al co–
r
n humano que haya sido el evangelio; todo se ha
so–
(
metido
a
él: griegos
y
romanos,
scitas
y
ga los, pueblos
bárbaros ,
pueblos
cultos
y
civ ilizados , .
todo ha baxado
la cabeza, todo
se
ha hurnillado ·, , todo
se
ha sometido
volun tar iamente al imperio de Jesucristo: el corazon
y
el espíritu han sido su g loriosa conqui sta.
Eo;; to
sí que se
debe llamar victoria insigne, victoria completa, t riun fo
milagroso:
e!)tO
solo
es'
lo que
demue
t ra visiblemence la.
divinid·act del conquistador, la santidad todopoderosa de
la
ley;
la verdad incontrastable de nuestra r elig ion, la
utoridad del evangel io de Jesucristo,
y
la
su prema
dig–
nidad d e la Iglesia. El profeta que
ten ia
ante los
ojos
del
espíritu esta maravilla,
¿no
tenia
moti vo
para exclamar:
Ornnes
~gentes
pláudite mánibus,
jubilát e
DeO,
in voce exul·
tatiónis :
Pueblos de la tierra , aplaudid vue tra
dichosa
suerte : sal tad de gozo al acordaros de vuest ra dicha ;
y
con
vu e~ t ras
acciones de gracias.
y
vue;; t ras aclamacio–
nes celebrad una tao admirable
v ictori a ~
Esto
e' · lo
que
l a fglesia pa rece
proponerse en
el d iscurso d el
año,
des ..
penando
de
t iem po
en t iempo nuestra fe con
estos
pa–
sages
que fo rma
de
los libros san tos,
y
aco rdando
a
los
fi e! es en el oficio
de los domingos estos milagros
per–
m nentes.
La
e ístol a de este dia se
tomó de la
instruccion
que San
Pablo da
a
los
fid es de Roma para hace rles
obsé·var
en la
vida nueva de la gracia una conduc ta
diferente de la
que
t (
ian quando esta ban en la se r vidumbre del pecad' •
Des–
p
les d
haber ·hecho el sa ntO
apó~tol
un
resúmen
bre-
Tom. V.
,
·
F
ve,
'