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DBSPUES DE PENTECOSTES.

79

..

pero reprehension muda

y

harto eloqüente para tantos

cristianos

que

00

siguen

a

Jesucristo sino

a

lo léjos' poco

tiempo.,

y

quejándose eternamente de

la

pena

y

trabajo

que

su

imaginacion abulta,

y

que su poco amor

a

Jesu–

cristo les hace demasiado duros. Sirvamos

a

Dios con

fidelidad,

y

le servirémos con confianza: sirvamos

a

Pios

con confianza,

y

el Señor tendrá ·buen cuidado de pro–

veer

a

todas nuestras necesidades. Esta es, Señor, la

tri–

plicada gracia que os pido; es

a

saber, que os ame sin

division, que os sirva sin tibieza, que os siga sin interrup–

cion; ·espero,

Señor,

que

me

haréis

el

fav.or

de cuidar

de

mi

sal

vacion.

·

,

JACULATORIAS.

Dóminus regit me,

&

nihil mihi déerit.,

Salm.

22.

iEI

Señor se digna; cuidar de ·mí, nada rne faltará jamas.

utlus speravit in Ddmino,

&

confússus est.

Eccl.

2.

Ninguno de quantos pusiéron su confianza

en

Dios

fué

, confundido.

F_ROPOSITOS.

· 1.

i

Podiá Dios

exigir

de

nosot~os

una condicion mas

acil y

mas suave para llenarnos de sus bienes' que

la

de poner ea

él

toda nuestra confianza? Sin embargo, ¡quan–

tas personas están fa ltas de confianza! No seas

de es–

te

número. netermínate seguir

a

Jesucristo con confüm–

za '

y

está persuadido

a

que nada te faltará jamas; pero

síguele con el mismo zelo , con

el

mismo ardor

y

la mis–

ma generosidad que

la

turba de nuestro evangelio;

y

cuen–

ta seguramente con

su

proreccion.

No

te espantes de las

pequeñas d íficult;¡des,

ni de

lo largo del camino: el amor

de Jesucristo sostiene fácilmente,

y

tambien da fuerzas;

entrégate

a

Jesucristo

_sin

rt:serva'

y

él

proveerá

a

todas

tus necesidades.

2.

Uno

de !os medios para que Jesucristo provea

él

todas tus necesi fades , así espiritua es como corporales,

es

el que

proveas

él

las de los pobres. Sé liberal

en

dar limosna,

pu

s nada empeña tanto

al

Señor para ha–

cernos grandes favores , como la caridad. Visita

a

los po- -

bres