DESPUES DE PENTECOSTES,
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él
la
gracia. Quando recompensa nuestra fidelidad, recom–
pensa sus propios dones:
lntelligéndum est ígitur,
dice
~an
Agustin,
étiam ipsa hóminis bona mérita esse Dei má-
11era; quibus cum vita tetér11a rédditur, quid nisi grátia
pro grátia rédditur?
¡Que idea tan cabal nos da aquí San
Pablo del pecado
!
Es un tirano que tiene asalariados unt>s
infelices esclavos : les promete las mayores ventajas;
y
despues de haberles robado la libertad ,
y
hecho p;¡l decer
mil trabajos
y
sinsabores, les paga últimamente con la
muerte.
El evangelio de la misa de este dia nos enseña
a
co–
nocer los falsos profetas '
y
nos exhorta
a
estar alerta
contra
sv
artificios engañosos. La palabra profeta entre
lv
hebreos no significa solamente unos hombres inspi–
rados de Dios para anunciar lo por venir,
sinó
tambien
unos doctores iluminados
e
inspirados de Dios para en–
señar al pueblo ;
y
en este sentido se deben tomar los
prof~tas
de que habla el evangelio de este dia;
Despues de aquel admirable . sermon que hizo Jesu–
cristo
a
sus discípulos,
y a
una infinidad de gentes que
se
habian juntado en un llano,
a
la falda del monte en
que habfan pasado en oracion toda la noéhe : despues
de haberles enseñado las bienaventuranzas; es decir, las
fuentes de la verdadera felicidad,
y
haberles dado mu–
chos preceptos y máximas espirituales, que entierran ca–
si toda la moral cristiana, quiso prevenirlos contra los
lazos
y
art ificios de los hereges,
y
de todos aquellos de
quienes se serviría el demonio para perderlos, deslum–
brándolos con unas exterioridades hipócritas
y
engaflo–
sas. Nibguna cosa es mas fácil que engañar
a
las almas
sencillas quandá se tiene un exterior devoto, estudiado
y
edifi cativo. Como la caridad es siempre en parte el
caráct<:> r de las almas buenas, no pueden creer que sean
malo ~
los que no muestran nada que no sea bueno. Un
ay re modesto
y
mortificado, una afoctacion devora
y
austera , deslumbr an;
y
como no desconfiamos de ellos,
fácilmente quedamos engañados. Conociendo el Salvador
·
lo pel igro o que era este artificio,
y
previendo los gran–
d e
daños que ocasionarian en todos dempos estos ar–
ti
fki o
o hipócritas , qui o prevenir
a
sus discípulos '
y
enseñarl es
.a
aborrecer
a
estos lobos disfrazados con piel
Tom. V .
F 3
de