Table of Contents Table of Contents
Previous Page  54 / 416 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 54 / 416 Next Page
Page Background

44

DOMlNGO QUINTO

autoridad de las pretendidas tradiciones, de que habian

forjado

ellos

la mayor parte: eran muy

exacto

en pagar

los diezmos como lo ordenaba la ley ;

y

por una afectacta

supererogacion daban tambien la trigésima

y

la quinquagé–

sima parte de sus frutos, añadit!ndo

a

mas

de

esto

muchos

sacrificios voluntarios. Pero

el orgu1lo

y

la

hipocresía

cor–

rompian todas las acciones de los

fariseos,

los quales solo

pensaban en cómo apoderarse del espíritu

del

pueblo,

y

ganar

la estirnacion

y

benevolencia de lo.i grandes; esta–

ban en tan alta reputacion con los de su nacion , que los

miraban como

a

sus oráculos

y

maestros. Querian

ocupar

los primeros puestos en las juntas, en los banquetes

y

festi–

nes ;

y

se tenia

por

un gran

delito el no sal darlos en

las plazas públicas. Jesucristo hace su carácter

y

su verdá·

dero retrato: ligan, dice el Salvador_, fardos

y

cargas

muy

1

pesadas,

y

que no se pueden

ll

var;

las

ponen

sobre loll hom–

bros de los otros,

y

ellos no quieren ni aun menearlas con

el dedo. Hacen todas sus acciones para ser vistos de los

hombres; para ello llevan sus bandas

muy.

anchas,

y

sus

fr anjas muy.

caidas.

Estas bandas eran

uua

correas

de

pie–

les, en las quales escribían los judíos algunas sentencias

o

preceptos de la ley. Con el fin de conservarlos mejor en

la

memoria , se ataban una

a

la frente,

y

otra al codo

del brazo izquierdo. Los

fariseos

afectaban llevar estas

bandas mas anchas

y

mayorés que los

otro ~

judíos. Por las

franjas

que llevaban

muy

largas, se entienden ciertos cor–

dones en forma de borla.s,

u

de campanillas de color vio–

la~o,

de que se habla en

la

l

y.

La túnica de

los

ju 'íos era

de quatro

p

i os , en lo baxo de los quales e taban pen

1

Jien·

tes

estos cordones,

y

servian

para

di.

tinguir el p.Jeblo

ju–

yco de las demas naciones. Como los

fariseos

afect' ban

en

todo

una vana singular Ídad,

la

bmcaoan ha

ta en lo

largo de e tas fran ·as. l!-llos fuéron lo que

rompié1

on to–

da la

ley

con una infinidad de tradiciones ridículas, todas

imaginarias. Reconocian a la verdad

la

inmortalidad d 1

alma,

y

otra vida de pues

d·~

la pre ;ente ; pero al m· mo

ti

mpo admitían una

t sp :

ie de metempsícosis,

ó

trans–

migracion de las almas: en fin, toda u doccrioa era

muy

con·

forme

a

la corrupcion de

SU5

co~tumbres.

Vcis aquí quaies

eran los escribas

y

fariseos ,

cuya falsa devocion reprueba

el Salvador, como igu. lmente sus orgu losas austeridade •

A u-