DESPUES DE PENTECOSTES.
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babia dado una tan alta idea de la perfeccion cristiana,
y
del
mini terio evangélico
a
que les había llamad
o' les to–rnó aparte como si no se hubiese explicado con bastan.te
claridad en público,
y
les repitió lo que les acababa de
decir ; pero en unos términos toda
vía
mas fuertes
y
mas
expresivos.
En
verdad os digo,
añadió~
que si vuestra
virtud no es superior
á
la de los escribas
y
fa r iseos, no
entraréis
en
el reyno de los cielos. La virtud aparente
de estos hi pócritas hace mucho ruido , parece gran co·
sa ; pero en la realidad es nada, todo es exterioridad:
al
mismo tiempo que su corazon está lleno de dolo, enseñan,
predican , hablan mucho ; pero no hacen nada.
Los es1...hbas eran entre los judíos los doctores de Ja ley:
-'"' oficio era escribirla ' leerla
y
explicarla
al
pueblo: sus
decisiones se recibian con el mi mo respeto que la ley de
Dios. Los distinguían mucho; y el pueblo los tenia en tan
i
grande veneracion, que adhería mas
a
sus sentimientos
que
a
los
de
los sacrificadores ; no pudiéndose imaginar que
los que poseían tan bien toda la ciencia de la ley
de
Dios,
y
la
explicaban
a
los otros' no
la
gua rdasen ellos mismos,
y
no fue en tan santos como lo parecían. Como ántes de
Esdras no
~e
habla de los escribas , se cree que este nom..;.
bre no se les dió sino despues de haber vuelto de la cau·
tividad de Babilonia.
Los fari seos formaban una secta particular ent re
los ju–
díos. L1amábanse así porque vivían separados de todos los
demas por su tenor de vida , haciendo profesion
de
una mas
rígida observancia de la ley,
y
de
una
santidad afectada,
de la que hadan ostentacion. La palab1·a
fariseQ
viene de
la voz
faris,
que en lengua caldáyca significa separado. Se
cree que esta secta empezó en tiempo de Esdras, porque
entónces empezáron los judíos
a
tener intérpretes de sus tra–
diciones. Otros creen que esta secta se estableció en tiempo
de los macabéos. Sea de esto lo que fuere,
elfariseismo
toda·
vía
es hoy, como lo era en tiempo de Jesucristo, la secta do–
minante en la religion de los judíos-; pues todo aquel gran
número de tradiciones que hay en su Talmud, viene de los
fa riseos. Los de esta secta
ayunaban ~ el
segundo
y
quinto
dia de la semana, practicaban exteriormente grandes aus–
teridades, con lo que tenían deslumbrado al pueblo; aña–
dian
nuevas cargas
a
la
ley •
v
so...
t~f1ian
fuertemente la
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au-