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DESPUES
DE PENTECOSTES.
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tal es un estado de muerte. El que está muerto,
i
como
podrá hacer obras de
vida~
Y
si no son obras de vida
la
que se hacen en pecado mortal ,
i
de que podrán
ser..
vir · para
la
eternidad~
El
p cado morral reduce al hombre
a
no ser nada
en el órden d
la gracia (
1.
Cor.
13.):
Charitátem autem
non habú
ro,
nihil sum.
De la nada, nada se debe esperar.
¡Buen Dio
!
¡Que pérdida la de un pecador durante
la
vid
!
Jamas
le
recibirá Dios en cuenta lo que hace
en
estado de pecado mortal.
Nuestras acciones no son meritorias para la eterni–
dad, ino en quanto son consagradas por Jesucristo; pero
para e to es n cesario que no otros estemos unidos con
Je
uc · to p
r
la caridad: miéntras subsiste esta union,
nuestras acciones acaa de él una virtud particular; pero
el pecado quita e ta comunicacion ,
y
quedamos como
sarmientos secos
e
inútiles que solo sirven. para el fue ..
go. Los bá tagos de la vid no llevan fruto sino en quan-
. (' to perm:rnecen unidos
a
la cepa.
· ~
·
¡Que bien conociéron y
gu
táron ·Ios Santos esta
im...
portante verdad
!
¡Que no hiciéron
y
qué no pa ecié–
ron por no separarse jamas de esta mi terio a vid! Hon·
ra ,
pa ati mpos, riquezas, vanos relumbrones con que
el mundo deslumbra
y
encanta, de gracias, persecucio–
ne , sup icios horribles con que el demonio procura ater–
rarnos; nada foé capaz de hacer vacilar su
fe , ni
de
arran arl
y separarlos de Jesucristo. Lo Santos Ti–
burcio,
Valeri~no
y Máx1mo todo lo sacrificáron ántes
de p rder la gracia: ¡y q ianta persona
lo pierden to ..
do por un sol
pecado mortal!
¡Dios mio, en que estado tan la timoso he vivido!
¡Que sería de
mí
al pre ente
i vos hubiései
a r rojado
al fue o e
t
s
rmiento de
g
jado
y
separado!
Vo l
ved–
le
a
unir
a l
pa por vue
tra
gracia, divino Salvador
mio ;
n
e
to voy
a
trabajar desde
e
te momento.
J
AC U L
A
T O R l
A
S.
Ni
p1·ojli
ias
me
d
fá
ie t ua,
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Spírit um sanct um t ut1tn
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la
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Espí ritu
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me alum
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Tom. V.
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Quis