·nESPUES DE PENTECOSTES.
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de bien
y
de un cristiano. Los pueblos mas bárbaros, lo
mismo ha sido
hacerse -~des,
que reproearla:
o
no
ha
de
haber virtud,
ó
ha de ir acompañada de la mansedumbre,
de la afabilidad
y
del sufrimiento. La cólera es un frenesí
contra la verdad,
y
que tiene mucho
~e
locura; va siem–
pre acompañada de furor,
y
de
una especie de enagena–
cion de espíritu. En efecto,
i
que significan aquellos movi–
mientos improvisos que no la dexan ni aun tiempo para
deliberar, aquellos
reb~
tos írnpetuosos
tan parecidos
a
las accesiones
de
una fiebre ardiente que siempre
va
en
aumento~
¿Que significa aquel rostro alterado, aquellas
miradas furiosas, aquellas pa labras ofensivas, aquellos ím–
petus vjolentos siempre proncos
a
descárgar tempestades
de piedra
y
de'>granizo
~
¿Son estas señales de un hombre
cuerdo~
Todo el mundo conviene que no se debe aguar–
dar razon ele un hombre montado en cólera. La agitacion de
la sangre no es el único efecto de su bílis : ninguna pasion
manifiesta y prueba tanta flaqueza de espíritu como ésta:
Ira in sinu stultl requiéscit
(
Eccles.
57. ),
¡
Pero que des–
trozo, qué funestos efectos no dexan tras
sí
estos rebatos!
A
lo ménos no tomará esta violenta pasion las armas sino
para defender la justicia y
la
razon ; pero siempre es ene
4
/
miga de entrámbas.
Lo
que cal,lsa ese grande estruendo es
una palabra incon iderada escapada sin iutencion , -es un.
descuido de un criado en que no hay malicia, es por lo
comun una nada. Veis aquí las mas veces la pavesa que
causa ese incendio. Es
una
pequeña niebla que se levanta
-en
un dia sereno,
y
prorumpe en truenos
y
en
relámpagos~
i
Que virtud puede crecer en un terreno sujeto
i
tanta~
tempestades~
No hay parages mas estériles que aquellos
montes·que de tiempo en tiempo vomitan rios de fuego.
¡
Buen Dios
!
i
Quando se comprehenderá lo perjudicial
que
es una pasion tan
irracional~
i
Que estimacion ni qué auto-
ridad puede consetvar entre sus hijos
y
criados una perso-
na que no sabe dominar su mal humor, ni prevenir.,
oa
lo
ménos regular sus p_rimeros
movimier,itos~
iE
os ayres
siem~
pre adustos, esos tonos eternamente amenazadores, esos tor•
rentes de injurias suavizan mucho los espíritus? iGanan los
corazones~
iNos hacemos muy respetables
a
fuerza de mon.:.
tar en cólera'
y
estar siempre pron'tos
a
prender fuego
el
la .menor chispa
1
i
Somos mas amados por.- eso
~
i
Somos
.me-