DESPUES ·
:D.E
PENTECOSTES.
3e9
.
P R O P O S 1 T O S.
, 1
Es
evidente
que
serán pocos los
que
se
salven
;res·
·pecto ·de la espantosa multitud. de cristianos· que se pier–
den. Pero aun quando el número de los que se salven hu–
biese de ser
mas
corto de lo que
es,
es menester
ser
de
este corto número, cueste lo que costare. Para esto toma
la
firme
r~solucion
de negociar con todos tus talentos,
de
emplear toda tu industria, de no omitir nada que pueda
contribuir
a
Ja
consecucion
de
un negocio tan importan te.
Es estrecho el camino que lleva
a
la, vjda. Por
mas
qne el
amor ·propio se queje, por mas que griten todas las pasio–
nes n
hay
v¡¡as de dos caminos. Resuélvete ahora mismo
a
hacer los últimos esfuerzos para entrar por esta puerta
angosta. Huye de todo di.rector, de todo doctor relaxa–
do;
son estos unas guias muy malas. El camino es e-stre–
chp; figúratele tambien fragoso
y
dificil; sobre todo, quan–
do
se
anda
por
él con una cruz
á
cuestas. iPero hay en
qué
escoger quando no hay mas que
un
camino~
Jesucristo
no
nos
ha
mostrado otro : todos los que se han sal vado,
hé:l a
~ndado
por él.
i
Por
ventura
has
ensontrado
tú alguna
otra
vereda~
Este camino es poco freqüentado; guárda–
te bien de andar con
la
multitud: el tumulto que causa és–
ta
y
el polvo que levanta no
d.exan
que se advierta
que
se
va
fuera del camino real: sábete
que
el
que va
con los
muchos
V3:
perdido.
Huye
de las concurrencias de la gen–
te del mundo: mira con horror las máximas de los mu–
chos;
y
sob, e
todo, aborrece aquel1a máxima
que
quiere
que se vi va
y
se obre
en
todo como los demas No asistas
jamas
a
los t:spectáculos ni
a
los bayles: evita por moti–
vo de religion todos los sitios de placer
y
pasa.tiempo,
y
las conctirrencias· mundanas: resuél vete
a
ser del corto
nú–
mero de las' almas devotas, humildes, fervorosas
que no
hallan gusto sino en el cumplimiento de sus obligaciones,
que
viven retiradas ..del mundo'
a
quienes éste no puede
echar en cara sino que son demasiado modestas, demasia–
do circunspectas, demasiádo religiosas, sino que no
son
de sus pasatiempos, ni de sus necias alegrías; Acordémo–
nos que el reyno
no
se
da
sino
a
la pequeña
grey.
Aunque
to
4
dos son llamados, sin
em~argo
.son pocos los escogidos;
Tom.
V.
V 3
por ..