to6
DOMINGO OCTAVO
que para hacer una aplicacion cabal de esta parábola es
necesario entender estas palabras'
quando llegue
is
a
f
al–
tar, cum defecerltis,
no de la muerte, sino del estado del
hombre ·pecador
sobre
la 'tierra, quando desnudo de me–
reCimientos,
y
privado de la gracia, se halla como sin fun–
ciones,
y
degradado de
sus antiguos
privilegios. Entónces
la limosna
y
las oraciones
de
los
pG>bres son el
medio
mas
eficaz . para ayudarle
a
conseguir
la gracia,
y
volverle al
camino de
la
sal
vacion.
La "acion de
la
miJa de e1te dia
ei
la 1iguiente.
L arglre nobir,
quce1umu.r
Dó–
mine
,
semper splritum
cogi-
1
ándi
quce
recta sunt
propí–
tius
S
agéndi
:
ut qui sine
fe
ene non pcíssumu.r, secún–
dum
te vtvere
valedmu.r.
Per
DQminum no¡trum
,
Se.
Señor , haz por tu misericordia,
que tu
espíri~u
nos inspire siem–
pre santos pensamientos ;
y
os
haga obrar siempre acciones san–
t as , para que los que no podemos
vivir sin tu ayuda, vi vamos solo
para
ti.
Por
nuest ro Señor,
&c.
La
epfrtola
es ilel cap.
8
de la de San
Pablo
a
!01
romano.r,
Fratres
:
Debitóres rumu.r
n~n
C((rni
,
ut
sec(mdum
carnem
vi–
'Vamus.
Si
1l nim
secúndum
car–
mm
vixeritis
,
moriémini
:
si
autem_
spÍritu Jacta carnis
mor–
rifi.caveritis,
vivetis.
Quicúm–
que
enim spiritu Dei agúntur,
ii
sunt
filii
Dei.
Non
enim
ac–
cepfrtis spiritum
servitutis
íte–
rum
in
timore
,
sed acceptstis
spiritum adoptionis filiórum, in
quo clamamur
,
Abba
(
Pater
).
lpse
enim
Splritu.r
te.rtimónium
rpirítui no.rtro quod su..
mus
filii
Dei. Si
autem
filii,
e
h~réJes
,
hr.eréde¡ quidem
Dei
,
coh~rédes
QUtem
Chrir–
fi.
Hermanos : Somos deudores ,
no
a
la carne ' para que vivamos se–
gun la carne. Porque si viviérei s
segun la carne, moriréis: pero si
diéreis muerte
a
las obras
de la.
carne con el espíritu, viviréis; por–
que todos quantos son movidos del
espíritu de Dios, son hijos de Dios,
porque no habeis recibido
otr:1
vez el espíritu de servidumbre pa–
ra temer, sino que recibísteis el
espíritu de adopcion de hijos, por
lo qual clamamos: Abba ( Padre .).
Porque el mismo
~spíritu
da testi–
monio
a
nuestro espíritu de -que
somos hijos de Dios ;
y
si hijos,
tambien herederos :
herederos
ciertamente de
Dios
,
y
coherede–
ros de Cristo.
NO-