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vador les decia; pero por mas
que
sus palabras salian de
su boca llenas de uncion
y
de gracia, no podia hacerles
tomar gusto á las verdades_eternas, porque lo
q·u~
busca.. ·
han no era aprovecharse de su doctrina, sino criticarla.
i
Tú
das testimonio de ti
mismo~
le dixéron:
iSe
te
de~
be qeer sobre tu palabra? Aunque yo
~oy
testimonio de
mí qiismo, .respondió Jesus, mi testimonio es legítimo,
y
debe ser recibido : Yo me conozco,
y
no puedo dexar ·de
conocerme : sé
de
dónde he venido ,. y adónde voy ; pero
vosotros, ni sabeis de dónde vengo , ni adónde voy. Y así
no pue ·
o yo esperar
un
testimonio legítimo de quien soy;
de
vos otro ~ ,
que ni me conoceis, ni tampoco queréis co–
nocerme. Solamente yo, y mi Padre, que me
ha
enviado,
podemos dar este testimonio seguro é iafalible. Yo os prue–
bo mi mision con mis acciones, con mi doctrina, con mis
milagros;
y
vosotrbs no queréis creerme: mi Padre la
aprue~
ha con las profecías
y
con las santas Escrituras,
y
vosotros
no queréis hacer la debida aplicacion de estos i-rrefragables
testimonio.11. Nu juzgais de mí , sino segun el hombre exte–
rior;
y
así no podeis imaginaros
que
yo sea
de una
con..:
dicion superior
á
lo que parezco. Como
si
dix:era,
dic~n
los padres , la fa sa idea que os habeis formado del Mesías,
que debe ser vuestro salvador, hace que
la
obscuridad
d~
mi nacimiento, y la humildad de mi -vida, sean para vo–
sotros
un
motivo de.escándalo.
Si
os
digo que
soy
Dios
é
hijo de Dios , recibís esta verdad como una blasfemia :· si
confirmo la verdad de mis palabras con milagros , decis
que los hago en nombre de Beelzebub: en lo que se ·ve que
vuestra pasion os ciega; y .que vuestras preocupaciones
os impiden al ver la luz,
y
rendiros
á
la verdad. Ya sea q_ue
·yo juzgue de los otros ,
ó
que dé testimonio de mí mismo,
.mis juicios no pueden ménos de ser justos, como que \lie–
nen de una sabiduría
y .
de . un conocimiento
q~e
no pue–
den engañarse; füera
de·
que yo no juzgo jamas solo ,
si.nosiempre con mi Padre ·, que -me envió para que viva entre
voso~r9s,
·para que os instruya y os salve. Ciertamente que
mi palabra apoyada de su autoridad merece bien ser crei–
da-;
pues segun vuestra
l.ey, ·el testimonio de :dds persónas
debe reputarse por verdadero,
y
ser
creí
o.
· ·En ninguna otra ocasion hiciéron los·cfariseos parecer
··mas
visiblémente
que en
ésta su.
espíritu
falaz ·
y
dísiinu~
la-