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QUARTOSÁBADO
•
MED!TACION
Quán poco · conocido es Jesucristo,
y
quán p{)co
amado es de los 1nismos que lo conocen.
PUNTO PRIMERO.
Considera, que
la dicha mayor del
hombre~,
y
en
cier-
-
to modo la sola dicha del
hombre
sobre la t ierra, es co·
nocer
á.
Jesucristo
y
amarl e. Todo otro conocimiento sin
és t.e
es
vano
é imítil. La vida eterna, decia el Salvador;
hablando
con su Padre.,
es
conocerte á ti por el solo
ver–
dadero
Dios,
y '
á Jesucristo
que enviaste
al mundo:
Ut
·
cognóscant te solwn
Deum
verum
&
quem misísti JesUTn
Christum,
El htjo de Dios es el principio y la fuente de
nuestra felicidad. El apartarse de esta fuente es hallar
la
m i. eria
mi.sma .
y
todas las desgracias. Jesucristo es el
~o
lo camino que conduce al cielo: es el prindpio de aque–
lla vida
que
no . debe jamas
tener
fin ;
es
la
verdad : fue·
ra de él todo
es
e rror, todo ilusion
-t
todo mentira. Com–
prehendamos quánto nos importa
s ab~r
bien este cami–
no , fuera del qual no hay sino
desbarros
y
senderos
per–
didos que co'nducen al precipicio.
Compreheodamos·
qu~h'to nos impor ta vivir con la vida de Jesucristo. Quielil no
tiene
es te
principio de
vida ,
quien no
lo
conoce, está
mue rto ;
no es mas que un·
fant asma ,
que
solo
tiene una
vida aparente
y
superficial. ¡ Ah , Dios mio! ¡Que estado
mas lastimoso
que
el de un hombre que no conoce esta
,verdad su prema, infalible,- permanente, eterna!
¿En
que
triste
y
espantosa ceguedad no
vive
el
que
está privado
de este conocimiento
'l
i
Y que fatal destino
ser~
el
suyo~
En medio de todo esto,
i
este
divino
Salvador es
cono~
cido
de muchas
gentes~
Sin hablar de esos pueblos bár–
baros envueltos en las tinieblas del paganismo, de
esto~
pueblos civilizados
y
cultos, criados en las tinieblas del
error; ¡quan poco conocido , es el dia de hoy Jesucristo '
de
los
mismos fi eles
!
i
Por que noil
persuadirémos
que se
conoce verdaderamente á Jesucrísto, quando se quebran- ·
tan con tan poco temor sus mandamientos
~
i
Quando se .
me-