275 / 356
".
DE
QUARESMA.
Jemen v<strum sicut st ellas cce-
ciendo: mult iplicaré vuestra se–
/i
:
8
universam terram hanci
·
mi lla como las estrellas del cie–
de qua loct11 us sum, dabo sé-
lo; y
toda esta tierra , de la
mini vest ro,
é3
possidébit is
q ual he hablado , la daré
á
vues–
eflm se rnper, Placatúsque est
tra descendencia,
y
la poseeréis
Dóminus ne fácere t 111atum,quod
siemp re.
Y ,
el Señor se aplacó,
locútus futrat advérsus pópulum
y
no executo con su pueblo aquel
suum.
mal gue haOia
aicho.
NOTA.
tr
El libro llamado Exódo, de una palabra griega que
,,.significa salida, porque refiere la salida de los israelitas
,,de
EgiplQ,
es
el segundo Pentateuco. Contiene la historia
,,de la persecucion levantada por el rey de Egipto contra
,, los
h~breos,
la vida de Moyses, todos los campamentos
"de los israelitas en el desierto,
y
la aiianza que hizo Dios
"con aquel pueblo, del qual se declara por Dios, por rey,
"protector; legislador,
y
padre.
R E F L E X 1 O NE S.
1
Dé~ame,
que
quiero hacer sentir
á
'este puebZo los ·efectos
de mi indignacion.
¡Que idea tan alta
y
de tanto consuelo
nos dan estas pa.labras de la bondad infinita de nuestro o ·os!
Un pueblo á quien Dios, por un puro efecto de su miseri–
cordia , escogió con preferencia á todas las naciones de la
tierra para que fuese su pueblo amado
y
querido, en favor
del qua] ac· baba de hacer tan grandes maravillas: un pueblo
· ueno, harto, por decirlo así, de beneficios
y
de milag ros;
plagas sobre los egipcios, multipl icadas has ta que hubié–
ron puesto en libe rtad
á
este pueb:o: paso del mar Berme–
jó
á
pies enxt tos:
nub~
espesa por el dia para defender los
d.e
los ardores del sol: nube luminosa que los alumbra por
la noche en medio de las mas obscuras tiniebas: manjar
exquisito, que l
s
cae ya sazonado
y
preparado tn las ma–
nos: maná
mil~groso,
pan celtst ia ! , que les sabe
á
lOdo
quanto apetecen: alianza precic sa con el mi: mo Dios, quien
les dice se1·á su Dios, su píoTer tor, su legislador, su padre.
En medio de todas e tas maravill as ,
y
de tantas orras que
hacia Dios en su favor
y
á su vista, aquel pueblo ingrato
é
impio se olvida en un momento de todos estos ins ignes
be-