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AÑO
CHRISTIANO.
que renunciáron con obligacion, en forma de voto , toda
la satisfaccion de quantas buenas obras hiciesen en su
vida
a
beneficio de las almas del purgatorio. Ni fa ltá–
ron otras que extendiéron los límites de su caridad mas
allá de los límites de su vida , adelantándose
a
hacer fa
misma renuncia, en quanto las fuese posible , de todas
las oraciones y de todos los sufragios que por qualquiera
título las pudiesen pertenecer despues de muertas ; acto
de la caridad reputad9 por uno de los mas heróicos.
Nada
se
pierde en los excesos de caridad
a
ext' mplo
de San Pablo. Entre los medios de aliviar
a
las benditas
ánimas, son muy excelentes las indulgencia , las mi–
sas,
y
las comuniones que se aplican por ellas.
DIA TERCERO.
San Malachías, obispo
y
conf esor.
S
AN Ma1ach1as, cuya vida escribió San Bernardo,
fué
irlandés de orígen ,
y
sus padres muy distingui–
dos por la
nobl~za
de su sangre , aunque la madre lo
era mas por el resplandor de su virtud. Sabiendo muy
bien la religiosísima sefíora lo mucho que prenden en
el alma las primeras impresiones, aplicó el mayor cui–
dado
a
inspirar en la de su hijo las de una sólida pie–
dad desde la misma cuna ; y
dexa~do
a
q1rgo . de
to~
maestros el cultivar su entendimiento con las· letras hu•
manas
~
ella tomó al suyo el amoldarle el corazon
a
los
principios de la religion , logrando el consuelo de que
dócil el tierno niño
a
uno y otro cultivo correspondié–
ron sus progresos en la virtud
y
en las letras
a
los des–
y~los
,de sus
m~e~tros'
y a
la vigilancia de su madre.
}iízole dueño de
los
corazones de todos la suavidad de
su genio,
y
sin dexar de ser niño , se notaba en él la
prudencia y el juicio de un anciano , la pureza de un
ángel ,
.y
la humildad de los Santos ; de manera , que
en aquella tierna edad amaba la oracion , tomaba gus–
to
a~ s~lencio
,
y
el recogimiento
era
todo su ati:acti
vo.
Me-