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· 1
r8
.
VIDA
DE
CHRISTO
v.iva,
es
creer
a
mi palabra, creer en aquel que mi Pa–
dre
ha
enviado,
y
estár persuadidos que soy el MesÍa·s;
y
que por
m'h~
elevada que sea sobre
los
sentidos
y
sobre
la
humana razon
la
maravilla que he de hacer, sujeteis
c~egamente
todas vuestras
lu~es
naturales
á
las de
fa
fé.
El
Hijo de Dios, que conocía perfeétamente quan–
to pasaba en
el
fondo
de
los corazones , habia tenido
sobrada raion
en
decir
a
los que
le
oían' que no esti–
aiaban sus milagros sino por las ventajas que de ellos
les resultaban ,
y
que· no por eso lo
creían
por Hijo
de Dios
y
por el, Mesías ; pues tuvieron el descaro de
preguntarle ,
qu~
obras eran fas suyas para que debie...
sen
cre~r
que
era
el
Hijo 'de
Dios.
t,
Qué milagro ha..
ces '
l~
dixeron .,
que nos obligue
a
creer tan ciega...
mente
a
tus
palabras
?
E~
verdad, que has dado de
co–
mer
a
mas de
cinco mil
personas
con
cinco panes;
pero
esto ha sido
un
solo día : Moysés dió de comer
por espacio de quarenta años
a mas de
seiscientas
mil
almas
con
el maná
que
caía del Cielo:
¿
Podrás hacer
tú mas de
lo
que
hizo
Moysés? Respondióles
~
esto
J
esus : En .verdad , en verdad .os digo :
No os
diá
Mp·ys.!s
el pan celestial,
rm'
Padre eJ
quien
os
dá
eµ mi
persona
et
fl) erdadero
pan celestial; porque el. pan de
Dios
es el
que rv ie'f!le del
Cielo)' dá
rvida
al
mundl).
(aj
Al oír
esto es;cla.rnaron todos :
I' :rnos ,
pues
1
sienwre
este pani
entonces explicandose
J
es\lls
todavía mas
cJa..
ra.!'Flcnte
sobre
el
Misterio de la
Divina Eta€ari stía,
que
€·ra el principal objeto
de todo este raz.o
~ al i~ nto
, les
dix-o ; Yo soy
e1
pan de vida ;· eil que viene
a
mí ,
el
que eree
a
mi
p~laibra
' el 1.1ue c.ree .en mí ' no toodrá
jamás
1
pambre ni
secl.
Rer~
;¡a os
b~
dicho, ,
añadió,
qu~
- (a) _
)'cann.
6,