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.'VIDA DI! CHRISTO
a
los que
acaban
de manifestarle
la
repugnancia que
-les costaba el creer,que el pan que les quería dar
a
co–
comer
f~se
su propria carne; a unos hombres que le
habían dado
a
entender, que no podían imaginar que
eU
proprio cuerpo
y
su propria carne se pudiesen dar jamás
..a
comer,que pudiesen ser jamás un verdadero alimento,
.y
que murmuraban , porque Jesu-Christo lo había ase-
1
-verado. Dígannos los Hereges de estos últimos tiempos,
¿,cómo hubiera debido Jesu-Christo explicarse,de qué
-otros términos mas claros,mas proprios
y
mas formal es
se hubiera debido. servir, para decirnos que
la
Divina
Eucharistía contenía realmente su cuerpo, que era su
propria carne lo que habíamos de comer en este Sacra·
.mento' que nos daba realmente su propria carne
a
co–
mer: en una palabra, que pensaba de es ta maravillosa
-n anducacion , del mismo modo que piensa
y
cree la
I glesia
Católica~
Se vé elaramente por todo
e~te
discurso de Jesu–
.Christo , por los términos proprios , expresivos
y
na–
turales de que se sirvc,por las expresiones
y
repeticiones
.que emplea de
los
mismos términos,. quanto tenia en
el corazon este gran misterio ,
y
quanto temía que se
había de pensar que por los términos de carne
y
san–
gre, de comer
y
beber, había hablado. en un sentido
figurado
y
metafórico , hablando de un misterio
y
de
un prodigio ,. en que todos los sentidos
y
la
misma ra–
zon humana se alteran ,
y
como que lo repugnan ,
y
en el que se pierde el espíritu humano. Tambien lo
tomaron en_ el sentido proprio
y
segun
la
realidad
los
que lo escuchaban; comprehendieron desde luego que
J
esu-Christo quería darles
a
comer su propria carne
y
a
beber su propria ilangre' no en un sentido
figuta~o,
Sl -