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ABRILa
hay pocas conversiones verdaderas:
y
juzguen1os tambien
esto mismo por la poca perseverancia.
ReL.xase San Ansehno ; resbala en . el desórden ; no son
extraordinarias sus caidas ; pero conoce
S ~l
perdicion con
el auxilio de la divina gracia; ¡q 1é arrepentimiento!
¡
Qné
n1udanza! ¡Qué firmeza! Convirtióse una vez de veras,
y
jamas se destnintió. ¡Mi Dios ! ¡Qué debo pensar yo de
n1is
frívolos, arrepentin1ientos, de n1is inconstantes pro–
pósitos , de rnis inefi caces deseos!
No pern1itais, Señor, q 1e suceda lo misn1o
con
esta
n1i
presente. conversion : detesto mis pecados, siento
un
verdadero deseo de convertirme,
y
de n1udar de vich.
~Pero
de qué ü1e servirán estos propósitos si no son eficaces'?
Haced que lo sean con vuestra gracia,
y
que- sea éste
el
prirner dia
de
1ni
perfecta conversion.
J
A C U L A T
Q.
R I A
S.
Confirm·al,
Señ
t,
y
haz eficaces los deseos.
que
tt'l
n1is–
. 1n.o
u1e has
inspirado.
(a)
Restitú.
e111e ,
Señor ,
aq,l'el
espiritu de
<degrb,
que
debe
ser la prenda de
mi~Y
paces con Vos ; pero dame al
mis-
1110
tiempo
el
espíritu principal de
lc1
fun1eza,
y
de
b .
perseverancia.
(b)
PROP@SITOS:
·
1
P uesto que la conversion no
~s
otra cosa qne un
volverse la alma
á
Dios
1
es de extrañar que haya tan po–
cas conversiones sinceras.
~
A
quién s.e pretenderá enga–
ñar con esas resurrecciones aparentes?
a
Qué
fi·nto se saca–
rá de esas hazañerías ? Si la conversion es verdadera,
a
có.S
1no no es constante? Y si el propósito es falso,
a
qué será
la
(a)
Confirma hoc Deus quod ope'Yatus es in nohís.
Psalrn. 67.
lb)
Redde mihi l:ctitiam saltttaris tui,
&
spiritu principati confi·rma
me.
Psalm. 50.