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l:fl A XXI.

·

373 .

la penitencia? · Tantas confesiones sin emrenda t1o pueden

tranquilizar n 1estra conciencia;

~pero

estará mas tranqui–

la , quando se prosigue pecando sin

confesarse~

No dila–

tes un punto _el poner remedio

a

este inagotable manan–

tial de amargos arrependmientos. Sea tu confesion en es–

tas Pascuas efecto de una conversion verdadera ,

y

que

-va

y

a acompañada de todas las seña:les que la caracterizan.

Detesta tus pecados ,

y

mira con horror todas las oca–

siones de pecar.

¡Es

ilusion imaginar posible una voluntati

seria de no pecar , sin una resuelta determinacion de rom...

pe,r toda comunicacion con

el

cómplice! ¿Estás resuelto ·

á

entablar una vida christiana

~

Pues comienza desde hoy·

á

n1oderar esos excesos en las galas, esa refinada delicadeza

esos aparatos de profanidad : comienza prohibiendo

es~

freqüente concurrencia al juego, esos cortejos en que se

gasta el tiempo algo

n1as

que en cosas inútiles, esa vida

regalona, esos dias ociosos

y

vacíos. Sin reforma no

hay

conversion ;

~0r

a

1

eUa se conoce ésta. Ese ayre , esas

111 (

d .tks ,

e~ a

f.1ntasía , toda esa conducta no correspon...

de · a

1.1

sautida

de tu

estado. No se pase el día de hoy

sin que dés se )ales visibles de tu conversion verdadera.

Comienza por la observancia de

es~s

reglas

que

quebrañ.,.

tas sin

rer11ordimiento ; deshaciéndote de ese espíritu pro–

prierario , de e;, e fondo de propria voluntad que algun dia

te harán gemir,

si no

los reforn1as desde

luego. No

cuen–

tes mucho sobre esas licencias vagas ,

y

generales , sobré

esas dispensaciones ab:.1sivas , sobre esos estilos poco reli–

giosos que en la

hora:

de la muerte sobresaltan justamente

á

la conciencia. Comienza hoy

a

vivir como quisieras mo•

rir: ésta es la resolucion mas importante.

2

La contricion es interior; pero la conversion debe

ser visible. Jesu-Christo resucitó , decia

el

Angel á las

mu..

_}geres que le iban

a

buscar al sepulcro' ya no está aquí:

Surrexit, non

es-t

bic.

Este es

el

verdadero modelo de una

alma verdaderamente convertida. Detesta ya los desórde–

·nes de

tu

vida pasada , tu condacta poco regular , tLis fre-

qüemcs recaida.s ,

tu vida

regalona, inútil , entretenida.

Pnes

haz

qu~

despues de esta Pascua se pueda decir con ver-–

dad: