ABRIL.
timos favorecid'os,
á
su proprio unigénito Hijo:
qui Filio
suo non p epercit.
A unos ojos verdaderamente christianos·
poco pn·ede costar descubrir este n1isterio. Penetran tnas
allá de la corteza, y no juzgan de la virtud del fruto por
la hern1osLua aparente. Con1ienza desde hoy·
á
instruirte
en una facultad , que te puede servir, de tanto p¡·ovecho.
No n1ires ya las que se llaman desgracias, n1iserias , do–
lores , trabajos , pesadmnbres ,
a~d
versidades , sino como
regalos del Cielo ; pues
á
favor de las luces de la
Fé
no
las descubrirás con otro nombre. Si te consideras con1o
pecador , tienes un Juez ;
si
como enfen110 ,
un
Médico
hábil ; si . con1o siervo fiel , un -amo liberal.
lm
ponte una
como Ley de recibir todos los contratiempos ,
ó
con1o
penitencia por tus pecados,
ó
como ret11edio de tus áchJ.–
ques espirituales,
ó
con1o gracias muy adequadas para que
asciendas
á
una e1ninente santidad;
y
luego que te suceda
alguna adversidad , póstrate e
u
tierra para rendir gracias
al
Cielo ·por ta grande beneficio : besa
tierna~11ente
el Cru–
cifixo en testirn io de que recibes
de
buena gana aquella
n1ortificacion ,
y
da una limosna al primer pobre que en–
contrares en
prw~ba
de tu
agradecin~iento.
2
N l5as·ta recibi · las cl'uces con espíritu ,
y
con un
corazon verdaderamente christiano ; es tnenester que el
exterior corresponda tan1bien al interior,
y
para esto ob–
serva los docun1entos siguientes. Primero : Esfuérzate
á
n1osrrar el semblante mas sereno , el gesto mas apacible,
y
todas las modates mas alegres ,
y
111as festivas el dia que
recibieres alguna n1ortificacion. Segundo : Procura en quan–
to sea posible no reprehender, ni corregir
á
nadie en _este
dia , porque es fácil que
la
amargura del corazon se co–
munique
á
la lengua. Tercero -: Busca algun consuelo , sí;
pero sea únicamente á los pies de Christo crucificado ,
ó
en presencia del SantÍsimo Sacramento , repitiendo aque–
llas palabra5 de David :
bonum
mihi quia bumiliasti
me.
(Psalm.
r
18.) Ninguna cosa n1e tiene 1nas cuenta que esta
humillacion.
Benedico te, Domine D eus Israel
,
quia tu cas–
tigasti
me
,
&
tu
salvasti
me
(
Tob.
·r r. ).
Seais n1i Dios
eterna-mente alabado porque
n1e
cas~jgasteis,
y
n1e
salvas-
.
te1s.