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ABRIL.

otro n1al , que fa mala dis posicion con que las recibes:

quita ésta ,

y

cesará toda la amargura. Quando los humo–

res estan destempiados , parecen

a~nargos

los tnanjares

nus

d t.1lces.

Esas mismas cruces , de que tanto te quejas , fuéron

las delicias de los tuayores Santos. No huvo siquiera uno

entre, todos dios , que no huviese reputado las -enfenue–

dades , la pérdida_de los bienes , las desgracias ,

y

todas

las calamidades de la vi<.ta como señales ciertas de pre..

·clestinacion ,

y

con efecto lo fuéron para los que supié–

ron aproYecharse de ellas. En

tu

mano está , que sean lo

·n1is1u~

para tí. Fuera de eso , son un copioso tnanantial

de n1erecimientos ; y en poco tiempo sabe hacerse rico

para

el

Cielo , el que con todo sabe hacer comercio. Gran–

tie exemplo de esto nos presenta hoy

á

todos Santa

Vau~

trudis.

Son las cruces el veneno mas activo para

el

amor

pro~

-prio. oc-as armas hay mas afiladas,

ni

tnas bien bruñidas

paPa vencer

á

los enetnigos de nuestra salvacion.

La

fuer–

·:t.J

,

dice San

P

blo ,

se aumenta con la flaqueza

;

por eso

me

complazc-o en los oprobrios, en· las

mis~rias

,

en las per–

secuc~ones.

,

en las grandes pesadumbres

,

q;"e padezco

por

Jesu.-~hrtsto

;

porque quando soy flaco

,

entonces soy

fuerte~

( 2.

ad Cor. r

2. )

En verdad que San Pablo no era .n1énos

delicado , que üosotros ; no sentia.ménos sus trabajos , ni

eran tnénos pesadas sus cruces , que las nuestras ; pero las

reélbht'

COt;l

otro espíritu '

y

con muy diferentes disposi·

ciones. No·consiste la felicidad de esta vida en no tener

cruces ', sino . en saber llevarlas.

~Y

-cón1o he llevado yo hasta ahora , :Dios 1nio , las

que vos n1e haveis

enviado~

Igualmente tne he olvidado,

así de ·Ja dúctrina , que me enseñasteis , como del exem..

plo , que n1e disteis , llevando vuestra Cruz con tan divi–

na resignacion. Conozco , Señor , lo n1ucho , que he per!.

did.o én esto:Pero al fin me consuelo con que todavía no

se ha apurado todo el cáliz: todavía tengo . que padecer,

pues por vuestra .1nisericordia todavía tengo que vivir.

Con

el

auxilio de vuestra gracia comienzo desde ahora

llll-