![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0180.jpg)
ABRIL.
se juzgó n1as indigno del oficio de Pastor qtte quando
todos le aclatnaban por dignísimo. Esto le obligó
a
tomar
la resolucion de echar de sí aquel peso intolerable , para
atender únicatnente al cuidado de su salvacion en la dulce
obscuridad de n•na vida privada. Tomada ya esta determi–
nacion, encargó el cuidado de su rebaño á un Eclesiástico
de gran mérito llamado Eleutherio ; y h:1Viendo repartido
los pocos bienes que le quedaban entre los pobres , .y las
Iglesias , salió secretamente de la Ciudad , acon1pañado
solo de quatro de sus discípulos que no· quisiéron dexar–
le
5
y tomó el camino de Palestina para visitar los Lugares
de J.a tierra Santa. Hizo todos estos viages como verdadero
penitente, regando con sus lágrimas aquellos lugares don–
de se havia obrado nuestra Redencion. ·
·
Por n1as diligencias que hizo para ocultar quién era,
le descubrió Juan ,' Patriarca de
J
erusalen , y le j recibió
con
lo"s.
honores correspondientes
a
su dignidad, y persona.
No pudo
toler~rlos
, y esto n1isrno le obligó
a
acelerar
su partida. Ocupa nn ya los . Sarracenos la tnayor parte de
la Palestina,
y
el Santo Arzobispo procuraba convertir
á
quantos se le presentaban en el camino. Bendixo Dios las
ApostóHcas .. iligencias de su zelo, dándole por fruto n1u–
chas cot ersiones, porque fuéron no pocos los que abju–
raron. sus errores, y pidiéron el Bautismo.
Grangeó con estas conquistas. una cruei persecucion.
Echáron mano de
él
aqueHos Bárbaros, y despues de n1al- .
t\·atarle con todo género de ulrrages , le lleváron arrastran–
do
á
un calabozo. Para hacer n1as solemne burla de la
doctrina , que no por eso dexaba de predicar , le tendié–
ron en el suelo en forma de cruz ; atáronle los pies ,
y
las n1anos con cordeles atnarrados á unos clavos; cargá–
ron sobre su débil estómago una gran piedra encendida,
y
le hicíéron padecer otros torn1entos tnezclados de n1il
oprobrios ,
é
ignominias.
Sufriólos todos el Santo con una constancia que ad–
n1iró
a
los l11ÍS1110S Bárbaros. Pero Dios que no le queria
Mártyr , se contentó con los deseos del martyrio. Apare–
ciósele un Angel, cercado de una luz resplandeciente, que
alum-