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ABRIL.
R E F L E X I O N E S.
S
J
qua conso
7
atio in ChriJto.
Si hay algun consuelo en
nuestro Señor Jesu-Christo. Inútilmente se busca el con–
suelo en otra parte. Qualquier·a otro objeto puede divertir,
puede tambien suspender los enfados '· las inquietudes , los
cuidados , que siempre nos acompañan; pero el manantial
no hay cosa criada, que sea capaz de cegarle. Este nace,
y
brota , por decirlo así , de nuestro proprio corazon. Los
n1ayores enemigos de nuestra quietud sotnos nosotros n1is–
n1os: nuestras pasiones son nuestros tyranos : es menester
donurlas , es preci:;o exterminarlas , si queremos viyir con–
tentos. Pero este secreto solo Jesu-Christo nos le puede
enseñar; él solo puede ·darnos el aliento ,
y
el valor, que
necesitamos para vencer
á
estos enemigos domésticos_.
A
la verdad , como son tan freqiientes , tan comunes las cru–
ces , y las 1uortificaciones , no es posible gozar por mu–
~ho
tie npo
~1
fruto de nuestra victoria.
~Qué
condicion,
qué es ado. hao/ en esta tniserable vida sin adversidades?
A
falta de nuestra prop ias pasiones , nos exercitan las
de
los otros. Pocos dias serenos se logran en el n1undo ,
y
aun son mucho ménos los de una perfecta calma : los tnis- .
n1os vientos, que disipan las nieblas, suelen no pocas ve–
ces excitar las tempestades. Todo es revoluciones , desgra-–
cias , pérdida de bienes , enfermedades , muertes ,
y
con–
tratiempos. Luego que entró
el
pecado en
el
mundo
in-–
:ficionó todas las fuentes : todas son amargas ,
y
solo tie–
ne virtud para endulzadas la Cruz de Jesu-Chrhto : ella
sola puede hacerlas potables ,
y
en solas sus sagradas Lla–
gas hallarémos raudales puros, para saciar nuestra sed.
Hau...
rittis aquas in ga-udio de f ontibus Salvatoris.
(
lsai.
12.)
Es...
ta es la verdadera fuente ador de debemos _acudir para el
consuelo, y éste es el único manantial, que jan1as se cie-
ga,
cias
á
sus bienhechores por los beneficios recibidos ,
y
la escribió
des–
de
Roma por Epaphrodita, Obispo de
Philipos , el afio
62.
del nac.i;--.
miento de Christo.