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AB R 1 L.
El
Evangelio es del cap.
1
r.
de San
Matheo.
I
N
illo tempore
:
Dixit Jesus
discipulis suis. Venite ad me
omnes qui Ltboratis
,
&
onera–
ti estis ,
&
ego re/iciam vos. Tol–
(ite jugu,m
meum.sup~r.
vos
,
&
discite a me, quta mttzs sum,
&
humilis corde
,
&
invellietis re–
quiem animabus vestris. Jugum
enim meum
su~we
est
,
&
onus
meum leve.
E
N tiempo queJesu-Christo
ani–
m:~ ba
á
sus dtscípulos al cum–
plimiento de su San ta Ley les dixo:
Venid
á mí
t ,Jdos los ·
que
trabajais,
y estais oprimidos ,' que yo os
ali–
vi aré. Tomad S!lbre vosotros mi yu–
go , y aprended
de
mí , que soy
manso ,
y
humilde
de
corazon , y
encontraréis descanso para vuestras
almas.
Mi
yugo, pues, es suave,
y
mi carga ltgera.
MEDIT ACION
De
lo que endulza
,
y suaviza todas
/a¡
cruces.
PUN
O
P Rl MERO.
C.:>nsidera, qne si son an1argas las cruces, ninguna hay
que n-
~
1eda eud't lzarlas : en ellas 1nismas se halla el se–
creto p ra quitarlas la a1nargura. Quitada está , solo con
llevarla-, en
p1~ien
::b ,
solo con tener
h~1n1ildad
para ver–
se enclavado en ellas. La .Cruz de Christo ennoblece todas ·
b.s
demas.
Clavado eJtoy en la Cruz,
decia el .Apóstol ,
pe–
ro con mi Senor Jesu-ChriJto.
(
Ad Galat. 2.) No apartemos
á
Christo de
la
Cruz, ó no nos apartemos de la Cruz de
Christo,
y
todas nos parecerán d Ilces, porque él se echó
á
pechos toda
la
!margura. Solo con 1nirar la cruz con
ojos verdaderamente Chrisrianos, no encontrarémos en ella
cosa ingrata, sino que sea en
b
apariencia ,
y
puramen–
te
á
los sentidos.
Allá
descubre en ellas el altna no sé qué
fondos de consuelo ,
q
te se las representan preciosísimas.
Satisfaccion
á
la Divina Justicia por los pecados pasados,
preser.vativG contra los futuros; ren1edio soberano contra
el veneno de las pasiones ; armas formidables
á
los
enemi–
gos de
la
sal vJcion , manantial de méritos para
la
vida eter–
na : todo esto se hallJ. en
el
buen nso de las cruces ,
y
es-