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DI A

X.

17

3

ga, ni se seca. Los demas son pozos rotos,

ó

algives abier–

tos , ql1e despiden el agua ,

ó

siempre se halla en ellos tur–

bia

y

cenagosa. Solo Jesu-Christo es

el

que sana al cri,1do

del Cenrurion, el que cnra

a

la suegra de San Pedro;

d

que sosiega el mar alborotado,

el

que lanza los demonios,

y

el que enxuga las lágrimas de una madre desconsolada ,

y

afligida. Solo en este

~eñor

encuentran los enfermos salud,

y

los atribulados consuelo. Si hay desdichados en el mun–

do , es porque no hay en el mundo confianza en Jesu–

Christo. Hav iendo

fé ,

haviendo confianza

>

b

astan c

inco

panes para hartar

á

cinco mil hombres. El que

sig.ue

a

e~te Señor nada teme: sirviendo

á

tan buen A

mo, n

ada

le

puede faltar.

.

Implete gaudlum meum

, prosigue

el

Apóstol ,

ut idem

sapiatil

,

eamdem ch:zritatem habeatis

,

unanimes id

ipsum

sentimtes.

Haced completo mi gozo, de

m~nera

, 'que se–

pa' que no hay entre vosotros va¡ ie

d de oriniones ' que

á

tod s os estred1

Lm

mi~mo

amor ,

y

que hasta en

los

dictámenes del ent ndin ·enro

todos sois de un mismo

sentir. Estos eran los dhieros Christianos

~ ~qu é

poco nos·

parecemos nosot os

~

el! s!

Es

como especie de prodigio,

que convenga)1 tre. per onas en

un

mismo parecer. El or–

gullo es enemigo de la union de los corazones

~

pensar co–

mo piepsan los demas , se tiene por vulgaridad , por po–

bre~a

de talejltos. Hasta en las almas quiere introducir su

imperio · la ambicio

o· ,

ó

1

presuncion de distinguirse. Es–

te es el verdadero orígen de las disputas ,

y

de las con–

tiendas, el enemigo del reposo público ,

el

que apaga

la

caridad ,

el

qne turba la paz de las familias , el que se in–

troduce hasta en los Claustros Religiosos ,

~~

que

ha

ha–

llado modo para meter la cabeza hasta el mismo asilo de

la humildad : siendo así , que uno de los frutos de la Re–

dencion ' debiera ser la union de los animos '

y

de los co–

l'azones.

Este es el mandamiento

,

que os doy

;

que os ameiJ

los unos

á

los otros, como yo os amo á todos.

(Joan. 15.)

La sena/ por donde el mundo conocerá

,

qt~;e

sois discípulos.

mios

,

será si

os amareis

unos á

otros.

(Joan.

13.)

El