171 / 554
DI A 1
X.
1
57
otro móvil de todos los pasos , que se dan , que la am–
bician
'
el
orgullo ' la pasion '
el
interes '
y
el deleyte?
¿Hay otra regla de todas las acciones de la vida ; que
el
desórden del corazon ,
y
el desnivel del
espíritu~
La pasio)n
inspira los primeros pensamientos , ella los conduce, y ella·
pone en execucion todos los medios , que juzga proporcio–
llados para conseguir sus fines. La pasion es el alma de
to~
dos nuestros movimiento.S,
y
los que ella no anima salen
Un–
guidos, y desmayados. ¡Despues. de esto nos admirarémos
de que con tal guia andemos descaminados .- , y en tal
es~
cuela solo aprendamos á llorar! ¡Nos admirarémos de que
un
edificio, que no tiene otro cimiento dé consigo en tier–
ra ,
y
sepulte en sus liuinas
a
los que. se fian en él ! Don–
de reyna una prudencia puramente humana , bien se
pu~
den esperar reveses,. trastornamientos ,
y
lastimosas revo–
luciones. Son sus luces n1uy limitadas , son n1uy flacos sus
cimientos , snn sus medidas. 1nuy falsas para prevenir todos
los accidentes ,
~
para ponernos á cubierto de los peligros.
Nada hagamos
ue no
~ea
en 11ombre de
J
esu-Christo;
sean su voluntatl
y
s · gloda el primer n1otivo de todas.
nuestras acciones ,
y
entónces le interesarétn(}s en nuestra
proteccion,
y
<;.r
nuestr a defe.nsa. Todo quanto hideremos
será entónces -ventajoso, sólido ,
y
provechoso ,. porque
todo será meritorio. Gozarémos de unos. días llenos ,. y no
afanarémos vanamente en cabar cisternas secas. Hagamos.
todas las. cosas
á
mayor gloria de Dios ,
y
en nombre de'
Jesu-Christo , y la 111isma desconfianza
en
nuestra propria.
virtud sed. nuestra mayor fuerza , porque
empe~ará
al
Se–
ñor en suplir nuestra flaqueza , y nuestra necesidad.
Es '
po–
deroso el mas desvalido , es opulento
el
mas pobre , quan–
do puede segmamente contar sobre este riquísimo fondo.
Pues hora comais, hora bebais
,
hora hagais qua/quiera otra ca–
sa
,
haced-lo todo á mayor gloria de Dios.
(
1.
Cora
10.)
•