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52

ABRIL.

1110

una flor de admirable candor, con1o una rosa hermos:l,

y

primoroso lirio entre las espinas , descansando sobre ella

el Espíritu Santo.

Varian los Escritores en órden

á

el n1otivo de la con·

version de Casilda

a

la Fé Cathólica : unos dándola por

padre , no á Cano , sino

á

Almenan , la atribuyen

á

la conversion de su hermano Alimaimon , que ilustrado

con luz superior en vista del prodigio que le sucedió en

la

guerfa contra los fieles en el Valle de Solanillos , de–

sertó de la secta Mahometana , y abrazó la Religion de

Jesu-Christo. Otros son de opinion, que el Senor premió

á

la Santa Vírgen con el conocimiento de la verdad en

remuneracion de

las heroycas obras de caridad que hizo

con lGs Ch.ristianos cautivos , siendo infiel de profesion;

cuya causa adoptan los mejores críticos , siguiendo la re–

ferencia del Breviario de la Santa Iglesia de Burgos, im–

preso en

et

ano

I

6-a

I.

de órden del Obispo de aquella Cá–

tedra, br"llando en este caso 1nas la virtud de la Divina

gracia sir .a

1e o · duda.

Nació pues ,

asilda en el siglo

¡r.

atada con las mas

bellas , y

oe

es dis po iciones de nad1raleza, y gracia , ade–

lantán

o~eada

d·a

de VÍ1it1

em

Vi

~

conforme iba cre–

ciendo e eaad á Impulsos de Espíritu Santo ; admirándose

en ella con un modo estupendo, é inexplicable sn elevacion

á Dios por el incendio de su devocion , su transforma–

cían en Christo

_.POr

la blandura d .... su compasion , y su

inclinacion al proximo por una piedad connatu ral. Desde

sus

prim~ros

años se inclinó su corazon con tierno afecto

al alivio , y socorro de los Christianos cautivos , derri–

tiéndose en lágrimas quando veia , que padecian alguna

injuria, afliccion , ó grave necesidad ; y rebosando en su

pecho una piedad asombrosa, una cletnencia extraordina–

ria , les sumi nistraba quantos

sub~idios

le eran posibles.

Tenia todos los días L1 costumbre laudable, á no imper

dirio algun acaso , de visitar con sn agradable presencia

á

los

cautivos,

y

dJrles alimento por sus manos. Hallábase escrita

en su corazon aquella sentencia de David , que dice: Bien–

a

vcn.tn

: ado el

q

1e

atiende

á

el pobre,

y

necesitado,

á

quien

Dios