Table of Contents Table of Contents
Previous Page  163 / 554 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 163 / 554 Next Page
Page Background

DIA IX.

149

llena de imponderable consuelo al verse ya dichosa–

mente retirada del bullicioso tumulto del

mundo~ ,

aban–

donó todo otro cuidado que el de dedicarse enteramente

al exercicio de las mas heroycas virtudes. Su ayuno era

continuo; apénas interrumpía la oracion sino con algunos

instantes de sueño qne tomaba sobre unos manojos de

sarmientos; tnortificaba su delicado cuerpo con rigurosas

penitencias ,

y

eran sus ojos dos perennes fuentes de lá-.

grimas que la hacia derramar su ardiente ,

y

ternísimo

amor de Dios. Pero ni en sus modales , ni en sus cos–

tumbres se descubria

el

rigor de· su mortificacion; porque

siempre se la veia llena de apacibilidad , de dulzura, de–

urbanidad ,

y

de una modestísima alegría para con todo

el m-undo. La voluntaria pobreza

á

que se havia reduci–

do , no la estorbaba encontrar arbitrios para socorrer

á

todos los pobres que recurrían

á

ella.

En

su retiro no es–

taba ociosa ; pero una virtud tan sobresaliente no podia

1nénos de e;xcitar la rabiosa envidia del enemigo de la

salvacion. No pe ·donan el tentador, ni' la tentacion

á

las

grandes alrius;

y

nue~tra

heroyca reclusa experimentó pl·es-

to sus efectos.

Apoderóse de

su

espíritu un 1nonal tedio

al

retiro,

llenando de anrargura su cm·azon un repentino horror

á

la soledad. La oracion, el silencio , la estrechéz de aque–

lla pobre Celda , todo se la hacia insoportable. La me–

moria de lo que havia sido ; el pretexto de las muchas,

buenas , y grandes obras que podia ha.cer en el mundo;

h

dulzma de una honesta,

y

christiana libertad , sus ju–

veniles años ; la esperanza bien fundada de una larga vida;

la delicadeza de su complexion, y la ninguna robustez de

su salud; todo esto se la representaba con la mayor vi–

veza ; todo concurria

á

hacerla titubear en su resolucion;

todo la inclinaba á volverse al siglo ,

y

todo abogaba en

favor del amor proprio. Bien necesitó de grandes ,

y

po–

derosos anxílios para resistir

a

tan fuerte como disimulada

tentacion : concediósclos el Cielo , y correspondió

á

ellos

con valor , y con fidelidad.

En

medio de estas turbacio–

nes, sequedades, y desconsuelos recurria

á

la oracion , re-

no-