165 / 554
D1A IX.
'1
51
to de esta determinacion ; porque haviendo salido un dia
:í
pasearse las dos santas hermanas , y haviéndose alejado
del Monasterio mas de lo que acostumbraban , al volver
del paseo halláron ya las puertas .cerradas ; pero apénas se
llegó
á
ellas Santa Vautrudis , quando se abriéron por sí
mismas. Favorecióla Dios con el don de milagros , y tuvo
el
consuelo de oir de la boca de un Angel que su nom–
bre , y el de su hermana Santa Aldegundis estaban escri–
tos en el libro de la vida. Desde que mereció esta revela–
don ,
aumentó mas , y mas los rigores de su penitencia.
Finalmente , llena de gracias,
y
de merecimientos, alcan–
zó de Dios que la
saca~e
de este mundo el día
9·
de Abril
de
686.
dos años despues. de la n1uerte de Santa Aldegun–
dis ,
y
cerca de los sesenta de su edad, haviendo pasado
treinta en su Monasterio, en cuya Capilla fué enterrada,
haciendo el Señor muy célebre su sepulcro por la n1ulti–
tud de milagros que ha obrado en él por intercesion de
la Santa. La Ci'ldad de Mons la escogió por su Patrona,
reconociendo con azon , que al culto de Vautrudis, y
á
la fama de su Santa Comunidad debe todo lo
qu9
es.
Santa asilda
,
Virgen-.
U
En la desgraciad-a época en que por los pecados de
nuestros padres castigó Dios
á
España con el azote de los
Agarenos , huvo un Rey de ellos, llamado Cano , en la
Capital de Toledo , hombre cruel , poderoso,
y
dies–
tro en el manejo de las armas , quien en las guerras
cominus que tuvo contra los fieles , hizo un gran nú–
nlero de Christianos prisioneros, tratándoles en su
~ Corte
y Reyno con sn acostumbrada inhumanidad. De este ene–
migo capital de la fé ortodoxa ,
y
de este lobo carnicero
C]Uiso Dios producir un fruto muy singubr, capaz de enno–
blecer la .eficacia de su divina gracia. Dióle por hija
a
Ca..,ilda,
la
q
1al desmintiendo el vicio de su ongen con la
belleza . de s
1
natural ,
y
con sus piadosas inclinaciones, se
dexó ver nacida prodigiosamente de una raiz infecta,. co-
mo